En un juicio celebrado hoy en Oviedo, el acusado de facilitar una escopeta a un hombre que se suicidó en septiembre de 2019 ha declarado que la víctima era su amigo y que le confesó en varias ocasiones su deseo de quitarse la vida. Según el acusado, el fallecido mencionaba que quería que alguien se quedara con el arma para culpar a su ex esposa. Sin embargo, el acusado asegura que siempre se negó a ayudarlo. Además, ha negado rotundamente haberle facilitado un arma.

El acusado ha afirmado que nunca vio armas en la casa del fallecido, pero supone que las tendría debido a sus constantes menciones sobre querer dispararse.

El día antes de la muerte, el acusado y el fallecido pasaron el día juntos buscando una casa para compartir. Se enteró de la muerte de su amigo al día siguiente a través de un conocido.

El acusado admitió haber estado en una armería con el fallecido días antes de la muerte, pero negó haber visto la escopeta con la que ocurrió el disparo.

En cuanto a la cazadora encontrada con restos de haber realizado un disparo, el acusado afirmó que se la dio su amigo y la dejó en el coche sin lavar. Insistió en que él nunca había disparado.

Otro testigo, amigo del acusado, afirmó que este vendió el arma a la mañana siguiente a la muerte y le contó una versión diferente de los hechos. Sin embargo, el testigo no le creyó.

La pareja del testigo también declaró que el acusado le confesó haber matado al fallecido después de una discusión y que al día siguiente le entregó un arma.

Los agentes de la Guardia Civil que llevaron el caso afirmaron que el fallecido tenía un conflicto con su ex pareja que lo obligó a abandonar su vivienda y que se encontraron búsquedas relacionadas con el suicidio en su historial de teléfono.

Según los agentes, el fallecido no presentaba signos de defensa ni de lucha, ni residuos de disparos en las manos. Por otro lado, el acusado tenía restos de disparos en la cazadora. Además, el teléfono del fallecido no mostraba un desplazamiento a Oviedo antes de su muerte, descartando la posibilidad de que hubiese llevado al acusado a su casa.

El Ministerio Público sostiene que el acusado facilitó una escopeta al fallecido sin conocer su uso y que ambos estuvieron juntos hasta que el acusado le disparó en la cabeza, causándole la muerte.

El acusado devolvió el arma después del incidente, la cual fue intervenida en octubre de 2019.

La Fiscalía solicita una condena de cuatro años de prisión por tenencia ilícita de armas prohibidas y cooperación al suicidio. También pide que el acusado indemnice a los tres hijos de la víctima con 25,000 euros a cada uno, más intereses legales.