OVIEDO, 30 de diciembre. En un contexto de desafíos productivos para el sector industrial, los responsables de ArcelorMittal se han reunido con los representantes de los trabajadores en Avilés para abordar un importante tema: el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) planteado por la dirección de la compañía, el cual se contempla para el año 2025 en varias de sus instalaciones dentro del Clúster, incluyendo Asturias, Sagunto, Lesaka y Etxebarri, así como en el sector de Distribución, conocido como AMDS.
Según la información proporcionada por los sindicatos, en esta reunión se ha conseguido llegar a un acuerdo que define las medidas de acompañamiento social, además de establecer los criterios de aplicación y los porcentajes que se implementarán, siempre condicionado a la aprobación del ERTE por parte de la Autoridad Laboral competente.
El acuerdo estipula que se mantendrán complementos salariales del 90%, garantizando que no se verán afectadas las pagas extraordinarias ni las vacaciones de los empleados. El ERTE tendrá una vigencia de un año, hasta el 31 de diciembre de 2025, y se especifica que el porcentaje de trabajadores afectados variará por plantas: 15% en Asturias, 15% en Sagunto, 40% en Etxebarri, 35% en Lesaka, 20% en Distribución y un 40% en AMDS.
Además, se ha acordado que es necesario establecer paros en las instalaciones para que este ERTE se aplique, permitiendo que los departamentos transversales no excedan el porcentaje de reducción que se aplique a cada planta. Para garantizar un seguimiento adecuado, se implementarán comisiones que supervisen la aplicación del ERTE tanto a nivel estatal como local.
Desde Comisiones Obreras (CCOO) han destacado que, a pesar de que no se han acreditado todas las causas alegadas para justificar la necesidad del ERTE, son conscientes de que existe una desaceleración en la producción, particularmente en ciertas plantas, un fenómeno que se enmarca dentro de la actual coyuntura económica. Además, argumentan que esta situación es consecuencia de la estrategia industrial de ArcelorMittal en Europa, quien parece renuente a realizar las inversiones necesarias para la descarbonización, lo que sin duda complica aún más un panorama ya incierto.
La representación sindical ha afirmado que, en un ejercicio de responsabilidad, han decidido optar por el acuerdo, ya que las garantías de acompañamiento pactadas en este ERTE deberían ayudar a mitigar el impacto que sufran tanto los trabajadores como las instalaciones ante la inevitable caída en la producción, contribuyendo de este modo a salvaguardar la estabilidad en el empleo y a reducir las pérdidas económicas para aquellos que finalmente se vean afectados.
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