En el año pasado, el Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) reportó un total de 413 agresiones, de las cuales 108 fueron de naturaleza física. Dichos ataques derivaron en la presentación de diez denuncias, según información proporcionada por el gobierno asturiano este sábado.
Los sectores más afectados por estas agresiones fueron los servicios de salud mental y las unidades de psiquiatría, seguidos por las consultas médicas y las áreas de hospitalización. En un 61% de los casos, los agresores fueron hombres que también eran usuarios del sistema sanitario.
Dentro del Sespa, las mujeres mayores de 55 años se encuentran entre los grupos más vulnerables a sufrir agresiones. En cuanto a la ocupación laboral, el personal de enfermería y los técnicos de cuidados auxiliares de enfermería fueron los más afectados, seguidos por los médicos y el personal administrativo. Incluso los celadores han sido víctimas de ataques en el contexto sanitario.
La principal razón detrás de estas agresiones son las demandas de los usuarios, seguidas por conflictos relacionados con los procedimientos médicos o administrativos realizados en el ámbito de la salud.
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