El Bellas Artes presenta el libro de honras fúnebres de doña Isabel de Borbón.
En un hecho histórico, la Biblioteca del Museo de Bellas Artes de Asturias ha recibido una importante donación. Se trata del libro 'Pompa Funeral. Honras y exequias de la alta y católica señora doña Isabel de Borbón', datado en 1645, convirtiéndose así en el ejemplar más antiguo de la colección.
El libro, mandado editar tras el fallecimiento de la reina Isabel de Borbón, fue impreso por Diego Díaz de la Carrera por encargo del Conde de Castrillo. La donación fue aceptada en una reciente Junta de Gobierno, proveniente de la familia Cueto Serrano.
Desde el museo se destaca la relación de este ejemplar con uno de los retratos más destacados de la colección, atribuido al pintor Bartolomé González y representando a Isabel de Borbón en su etapa de princesa. Este retrato fue donado por Plácido Arango Arias en 2017.
La obra será expuesta en las próximas semanas en el Palacio de Velarde, estableciendo un interesante diálogo con la pintura atribuida a Bartolomé González.
La biblioteca del Museo de Bellas Artes de Asturias es reconocida como un centro de estudio e investigación histórico-artística, contando con una de las colecciones de Arte más importantes de Asturias, con más de 30.000 volúmenes, incluyendo diversas publicaciones y material complementario.
Isabel de Borbón, nacida en Francia en 1603, contrajo matrimonio con Felipe IV y tuvo descendencia. Tras su fallecimiento en 1644, se llevaron a cabo exequias en diversos lugares del Imperio español, siendo detalladas en el libro recientemente donado al museo asturiano.
El libro destaca por la profusión de estampas y jeroglíficos, financiados por el conde de Castrillo, personaje cercano a la reina durante sus últimos años. El volumen se enmarca en un contexto político complicado, donde se exaltaba la figura de Isabel de Borbón en un intento propagandístico.
Tras las honras fúnebres, las reinas que habían sido madres de reyes eran enterradas en el Real Monasterio de El Escorial, donde reposan los restos de Isabel de Borbón. El ejemplar donado al museo destaca por sus estampas iluminadas y su riqueza simbólica que retrata momentos específicos de la vida de la reina.