OVIEDO, 14 Ene.
El Gobierno del Principado de Asturias ha completado las trabajos de rehabilitación de la cubierta de la iglesia prerrománica de Santa María de Bendones en Oviedo/Uviéu con una inversión de 144.152 euros. La consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, y el directivo general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, han visitado este sábado el templo al lado de representantes del Arzobispado de Oviedo, los concejales del Ayuntamiento de Oviedo Luis Pacho y Alfonso Pereira, y integrantes de la compañía que ha ejecutado los trabajos.
Piñán ha señalado la tarea incesante de conservación y rehabilitación que el Ejecutivo asturiano efectúa, en colaboración con el Arzobispado de Oviedo, "para velar por que la joya indiscutible que representa el prerrománico se sostenga en un estado de conservación óptimo, tanto los propios monumentos, como su ambiente para hacerlos mucho más alcanzables y asegurar su protección."
La consejera de Cultura recordó además que el prerrománico tiene asignado en el presupuesto para 2023 quinientos mil de euros para enfrentar intervenciones en la cripta de Santa Leocadia, Santa María del Naranco, San Pedro de Nora, La Foncalada y el emprendimiento de senda peatonal para conectar Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo en el Naranco. Además, las cuentas del año vigente recogen una inversión de 300.000 euros para la renovación del área dedicada al prerrománico que el Museo Arqueológico exhibe en su compilación persistente.
Los trabajos llevados a cabo en Santa María de Bendones han supuesto la rehabilitación completa de la cubierta, que había sido intervenida en los años 80. Para agarrar los inconvenientes de infiltraciones al interior que se habían detectado en múltiples puntos del tejado, se ha procedido a su alzamiento y reorganización completa, intentando el máximo aprovechamiento de los materiales que ya están.
Además, se ha preparado una red perimetral de drenaje para mitigar las humedades por capilaridad que padecen los muros, tal como la renovación de los paramentos damnificados que se habían desprendido y el ajuste de las carpinterías que estaban fuera de servicio.
La intervención asimismo afectó a la torre del campanario, un factor singular. Allí se realizaron proyectos para asegurar la estanquidad del agua y eludir las infiltraciones y se ha sustituido un falso cargadero de madera que se encontraba perjudicado por la humedad en entre los huecos.