La Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo ha anunciado el inicio del proceso para declarar bien de interés cultural (BIC) la Quinta de Selgas, situada en El Pito (Cudillero). Según publica el Boletín Oficial del Principado (Bopa), se pretende otorgar protección integral a las edificaciones, jardines y colecciones artísticas que conforman este complejo debido a su destacado valor histórico.

La Quinta de Selgas es considerada uno de los conjuntos arquitectónicos, histórico-artísticos y paisajísticos más relevantes de la comunidad. Fue creada por los hermanos Fortunato y Ezequiel de Selgas Albuerne, quienes fueron mecenas y promotores de importantes obras sociales en la segunda mitad del siglo XIX.

El procedimiento administrativo para obtener la declaración de BIC para este complejo durará un máximo de dos años y contará con la opinión de la Academia de la Historia, la Universidad de Oviedo y el Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea). Si los informes son favorables, el Consejo de Patrimonio será el encargado de aprobar definitivamente la declaración.

El conjunto patrimonial de los Selgas-Fagalde en El Pito incluye la finca principal de La Quinta, que cuenta con el palacete, los jardines y el pabellón de tapices; una iglesia-panteón con su sacristía, la casa rectoral y las escuelas; así como colecciones artísticas y elementos documentales y bibliográficos.

Las edificaciones de este conjunto representan uno de los conjuntos arquitectónicos más destacados de Asturias dentro de un estilo ecléctico historicista, aunque con claras influencias neoclásicas.

La mansión, diseñada y decorada por Fortunato Selgas en las décadas de los años 80 y 90 del siglo XIX, conserva en gran medida su decoración original y alberga obras de notables pintores, así como una rica colección de mobiliario y elementos decorativos. Además, cuenta con una extensa biblioteca.

El palacete, que antes era la residencia de la familia Selgas, consta de cuatro alturas: semisótano, dos plantas nobles y una planta más pequeña bajo el tejado. En el semisótano se encuentran las instalaciones de servicio como la cocina, las despensas y la lavandería. En la primera planta noble se sitúan las habitaciones donde se llevaban a cabo reuniones y celebraciones familiares.

Desde el vestíbulo se accede a los diferentes salones, como el comedor, la sala de juegos, el salón de baile y la sala Luis XV, que a su vez conecta con la biblioteca. La segunda planta noble es la zona privada, donde se encuentran los dormitorios principales con sus correspondientes estancias, tocadores y vestidores, todos con vistas a los jardines.

En la tercera planta se encuentran habitaciones más sencillas destinadas a los descendientes de la familia para su uso diario. Los jardines de La Quinta son una rareza en España, se trata de un jardín privado complementario a una residencia de campo en una zona rural, con el modelo de jardín versallesco como paradigma.

La práctica de coleccionar de los hermanos Selgas, con un gusto ecléctico, permitió crear un conjunto diverso de pinturas, esculturas y artes decorativas de gran calidad. La colección se inició en 1885, cuando las obras del palacete estaban en un estado avanzado. La mayor parte de los elementos decorativos, como muebles, relojes y porcelanas, proceden de Francia.

En términos de pinturas, predominan las adquisiciones nacionales y las series de obras individuales, aunque se echa en falta la presencia de pintores contemporáneos. Destaca especialmente La Anunciación, una pintura de El Greco. En enero de este año, el expediente para declarar BIC esta obra, que es un óleo sobre lienzo de 109 x 57 centímetros, similar al de la capilla Oballe de Toledo, fue puesto en marcha por la Consejería de Cultura.