OVIEDO, 7 Jul.
La Planta de Regasificación de Gijón podría dar hasta 8.000 millones de metros cúbicos (bcm) de aptitud por año de gas natural licuefactado a la seguridad de suministro energético de Europa, según las estimaciones de Enagás.
La Vicepresidenta y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, el Presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y la regidora de Gijón, Ana González, por ejemplo autoridades, han visitado este jueves la terminal de El Musel, adjuntado con el Consejero Delegado de Enagás, Arturo Gonzalo.
Para su puesta en desempeño determinante, el desarrollo prosigue con la tramitación del reconocimiento del régimen económico por la parte de la CNMC -un régimen particular a fin de que logre usarse como una planta para servicios logísticos de gas natural licuefactado-, con la orden de puesta en marcha por la parte del Ministerio y con la puesta próximo técnica de la terminal, por la parte de Enagás.
El Consejero Delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, ha señalado que, "terminado este desarrollo, la planta podría estar en desempeño para empleo logístico en un período de entre seis y ocho meses", y ha añadido que "en la terminal de Gijón tienen la posibilidad de bajar y cargar mucho más de cien navíos de GNL por año, lo que piensa una aportación de hasta 8 bcm (billion cubic meters)".
Según la compañía, la utilización logístico de la Planta de Regasificación de El Musel contribuirá a la seguridad de suministro de energético en Europa, algo "singularmente importante en el contexto europeo de hoy de reducción de la dependencia del gas ruso", así como contempla el archivo europeo REPowerEU.
La terminal deja la descarga de buques de gas natural licuefactado (GNL) que proceden de distintos países productores y la recarga rápida de navíos hacia distintas sitios de europa. La planta de regasificación tiene una aptitud de almacenaje de 300.000 metros cúbicos de GNL, repartida en 2 tanques de 150.000 metros cúbicos cada uno de ellos.
También tiene unas instalaciones de atraque y descarga diseñados para los buques metaneros mucho más enormes de planeta, los QMAX, de hasta 266.000 metros cúbicos.