En el día de hoy, granjeros de la región central de Asturias y productores de miel en el oeste han levantado la voz con preocupación sobre la situación crítica en la que se encuentra el campo asturiano debido a la presencia de la fauna salvaje, especialmente los osos. Según el Secretario de Unión Rural Asturiana, Borja Fernández, consideran que el oso ya no está en peligro de extinción y demandan un control inmediato de su población.
Fernández ha alertado sobre los ataques sin precedentes tanto de lobos como de osos, lo que podría llevar a los granjeros a tomar medidas extremas en legítima defensa. Además, ha mencionado que es necesario actuar de manera urgente, ya sea trasladando ejemplares a otras zonas, esterilizándolos u otras medidas que consideren pertinentes.
El productor de miel, Luis Pérez, ha insistido en que los osos no están en peligro de extinción en la actualidad y que se necesita un control sobre su población. Por otro lado, granjeros de la zona de Morcín han destacado que actualmente los osos están causando más problemas que los lobos, llegando a matar numerosos animales sin dejar rastro.
Rubén Cachero, otro granjero afectado, ha expresado su preocupación sobre cómo la fauna salvaje está afectando a los animales domésticos, resaltando que esto podría desencadenar incendios en un futuro cercano. También han señalado los problemas ocasionados por los visitantes que invaden la zona del Monsacro, generando dificultades para los ganaderos locales.
La falta de control en el turismo y en el comportamiento de los visitantes está provocando una serie de problemas para los granjeros, quienes piden una regulación más estricta para evitar conflictos y garantizar la seguridad en la zona. Con estos reclamos, queda claro que la convivencia entre la naturaleza salvaje, la producción agrícola y el turismo necesita ser coordinada de manera adecuada para mantener el equilibrio en la región.
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