Este lunes ha tenido lugar el pleno de constitución del parlamento autonómico de Asturias, marcar aun nuevo inicio para la XII legislatura después de las elecciones del pasado 28 de mayo.
La sesión ha servido para elegir la Mesa de la Cámara, encabezada por Juan Cofiño, exvicepresidente autonómico, quien obtuvo 23 votos a favor de PSOE, IU y Foro frente a los 17 del candidato del PP, José Manuel Felgueres, y los 4 votos del candidato de Vox, Gonzalo Centeno, mientras que Podemos ha votado en blanco.
La vicepresidencia primera del parlamento será ocupada por Celia Fernández, representante socialista, y la secretaría primera recaerá en la diputada de IU Delia Campomanes, quien logró 23 votos adicionales con el apoyo del PSOE, IU y Podemos. El PP contará con José Agustín Cuervas Mons como nuevo vicepresidente segundo y Pilar Fernández Pardo como secretaria segunda.
En cuanto a las otras fuerzas políticas con representación parlamentaria, Vox, Podemos y Foro, no tendrán presencia en el órgano de gobierno de la Junta General del Principado.
En el pleno también se han jurado o prometido cargos como diputados los 45 representantes de la cita electoral. En la nueva composición del parlamento, el PSOE registra 19 escaños, el PP, 17; Vox, 4; IU-Convocatoria por Asturias, 3; y Foro y Podemos, 1 cada uno.
Mientras tanto, el presidente del parlamento tendrá un plazo de diez días para establecer la fecha del pleno de elección del presidente del Principado de Asturias. Tanto el actual presidente y líder socialista, Adrián Barbón, como el candidato del PP, Diego Canga, han expresado su deseo de postularse.
Los socialistas ya han tenido conversaciones discretas con IU para formar un gobierno progresista y estable. Podemos ha aplazado su elección sobre el sentido del voto en la investidura. Por otro lado, el parlamentario de Foro aún no ha decidido su voto.
La elección se realizará mediante mayoría absoluta en primera convocatoria y mayoría simple en las posteriores, con al menos 48 horas de diferencia entre cada una. Los diputados solo pueden abstenerse o apoyar las candidaturas, reduciendo las posibilidades de bloqueo y repetición de elecciones.
Si transcurridos dos meses desde la constitución de la Junta General de Asturias, nadie fuese elegido como candidato, la junta se disolvería, y se convocarían nuevas elecciones.