Las playas asturianas están en su mejor momento para disfrutar del baño, con nueve de cada diez de ellas alcanzando la máxima calificación sanitaria en la Unión Europea. Según los análisis realizados de junio a septiembre en las últimas cuatro temporadas (2020-2023), el 91,78% de las zonas de baño han obtenido esta excelente calificación. Destacan los arenales de La Griega, Bañugues, Po y Cueva por alcanzar por primera vez este reconocimiento.

El Laboratorio de Salud Pública, perteneciente a la Consejería de Salud, realiza análisis semanales en 73 puntos de 63 playas de 19 concejos. Estas mediciones determinan la calificación anual de cada zona, siguiendo la normativa europea que permite la comparación de datos. En España, los resultados se incorporan al Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño Náyade, del Ministerio de Sanidad.

Los ayuntamientos son responsables de mantener la limpieza, higiene y salubridad de las playas, así como de informar a través de carteles sobre las características del arenal, medidas de seguridad y la calificación sanitaria. También deben vigilar posibles puntos de vertido cercanos que puedan afectar la calidad del agua y la salud de los bañistas.

En caso de que un arenal reciba durante cinco años consecutivos la clasificación de insuficiente, se debe considerar una prohibición permanente de baño o la recomendación de abstenerse. Es importante proporcionar al público información sobre la calidad del agua, medidas correctoras y aspectos que puedan representar un riesgo para la salud en áreas cercanas de fácil acceso.

Los informes sobre el estado de las aguas de la costa se publican semanalmente de junio a septiembre, reflejando la situación puntual en el momento del muestreo. Por tanto, es posible que las condiciones varíen en función de factores como la meteorología o vertidos puntuales.