Las lluvias reducen el riesgo de incendios en otoño a pesar del calor de agosto, según expertos.

En el año 2024, se ha registrado la quema de 43.654 hectáreas en los primeros ocho meses, lo que supone una reducción del 45,2% en comparación con el mismo periodo de 2023 y un descenso del 47,1% en relación a la media de la última década. Estos datos, proporcionados por fuentes oficiales, sitúan a 2024 como el segundo año con menos hectáreas quemadas de los últimos diez años, una vez finalizados los meses de mayor riesgo.

El calor extremo que se ha experimentado este verano, principalmente en agosto, ha generado preocupación. Sin embargo, los expertos prevén que la incidencia de incendios en otoño será menor gracias a las lluvias que han estado cayendo en las últimas semanas, manteniendo el suelo más húmedo y disminuyendo el riesgo de propagación de fuegos.

De acuerdo con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las precipitaciones abundantes en el norte de la península ibérica están contribuyendo a reducir el peligro de incendios en otoño. Por otro lado, el decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, Eduardo Tolosana, coincide en que las lluvias ayudarán a disminuir el riesgo de incendios.

Desde organizaciones conservacionistas como WWF y Ecologistas en Acción, se destaca la dificultad de predecir el riesgo de incendios, considerando múltiples factores involucrados. A pesar de las altas temperaturas registradas en agosto, AEMET asegura que la influencia de este factor en el riesgo de incendios de otoño es limitada.

Tolosana señala la importancia de las quemas controladas para evitar la acumulación de material inflamable en los bosques, y destaca la necesidad de abordar las causas estructurales de los incendios, como el cambio climático y el abandono rural. En este sentido, enfatiza la importancia de promover la gestión forestal sostenible y la colaboración con agricultores y ganaderos para prevenir incendios.

Por su parte, Lourdes Hernández de WWF advierte sobre la necesidad de anticiparse a las condiciones climáticas adversas debido a la emergencia climática, que está convirtiendo situaciones extremas en la nueva normalidad. Theo Oberhuber de Ecologistas en Acción señala la importancia de realizar una reflexión profunda sobre la gestión de incendios y la conservación de los bosques para combatir eficazmente este problema.