Nuevas investigaciones realizadas por un grupo de científicos en la Universidad de Oviedo han logrado arrojar luz sobre el motivo por el cual las células madre musculares pierden su capacidad regenerativa a medida que envejecemos. Este descubrimiento podría tener un impacto significativo en la comprensión y tratamiento de la pérdida de masa muscular asociada con la edad.
Los resultados de este estudio se han publicado en la prestigiosa revista 'Cell Death and Disease', destacada en su campo de conocimiento. El equipo de investigación, liderado por expertos del grupo cROS de la Universidad de Oviedo y miembros del grupo OSKAR del Instituto de Investigación del Principado de Asturias (ISPA), ha sido el encargado de llevar a cabo este importante trabajo.
Es crucial recordar que la salud y el bienestar del organismo dependen en gran medida de las células madre, las cuales son responsables de renovar y reemplazar las células dañadas en los tejidos y órganos. Estas células desempeñan un rol vital en la regeneración celular, pero con el paso del tiempo su capacidad para llevar a cabo este proceso se ve comprometida.
A medida que envejecemos, las células madre musculares entran en un estado de senescencia prematura que les impide reparar el tejido muscular dañado, contribuyendo así a la pérdida de masa y fuerza muscular que se experimenta con la edad. Este descubrimiento ha sido posible gracias al trabajo de investigación realizado por expertos como Yaiza Potes y supervisado por Ana Coto Montes e Ignacio Vega Naredo de la Universidad de Oviedo.
El estudio revela que las células madre musculares envejecidas no logran activarse y diferenciarse correctamente debido a fallos en la vía de señalización p66Shc y a la pérdida de la capacidad autofágica. La alteración de la vía p66Shc genera un ambiente oxidativo desfavorable que daña las células madre musculares, impactando negativamente en su capacidad de regeneración.
Por otro lado, la autofagia, proceso encargado de reciclar componentes celulares para mantener la salud de la célula, se ve alterada en las células madre musculares envejecidas. Este desequilibrio en la autofagia conlleva a un destino celular inadecuado que limita la capacidad de regeneración de los tejidos musculares.
Los investigadores resaltan que estos hallazgos tienen importantes implicaciones en el campo de la medicina regenerativa y antienvejecimiento. La regulación de la autofagia y de p66Shc podría ser fundamental en el desarrollo de nuevas terapias destinadas a mantener la correcta función de las células madre musculares a lo largo de la vida.
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