OVIEDO, 9 de mayo.

Durante el reciente puente de mayo, Asturias ha visto un impresionante nivel de ocupación en sus alojamientos, alcanzando un promedio del 76%. Gijón se destacó como la ciudad con mayor demanda, logrando un notable 92%, cifra que supera la registrada durante la Semana Santa. Por su parte, Oviedo también mostró buenos resultados con un 88% de ocupación.

El área de Oriente de Asturias contabilizó un 70% de ocupación, mientras que las regiones del Centro y Occidente se situaron en torno al 63% cada una. El turismo rural, en particular, se benefició de un interés significativo, con un 82% de ocupación, y los campings también mostraron cifras alentadoras, según reportes de la asociación de empresarios turísticos Otea.

Desde Otea han subrayado que eventos específicos, como el Vespa World Days celebrado en Gijón, han contribuido a este aumento en la ocupación. A pesar de esto, la organización advirtió sobre el modelo de ciertos festivales grandes que, al concentrar servicios como comida y alojamiento dentro de sus instalaciones, pueden limitar la interacción económica de los visitantes con los comercios locales, restando vitalidad a la economía de la zona.

En lo que respecta al turismo rural, el nivel de ocupación no solo fue alto, sino que superó las expectativas iniciales que apuntaban a un 62%, lo cual es un indicador positivo para este sector.

Los alojamientos rurales han demostrado su atractivo, siendo ideales para escapadas cortas como las que se producen durante un puente festivo. Permiten una rápida desconexión en un entorno natural, evitando la necesidad de una planificación excesiva, afirman los analistas del sector.

En relación a los campings, la ocupación de parcelas alcanzó cerca del 60%, mientras que los bungalows evidenciaron una demanda aún mayor, con un porcentaje superior al 75%.

Analizando el sector de la restauración, la tasa de ocupación durante las comidas fue de un 86,32%, mientras que las cenas se quedaron en un 55,79%. Aunque el volumen de los almuerzos es alentador, se considera un resultado previsible dado que coincide con el Día de la Madre, un factor que tradicionalmente eleva la ocupación en muchos restaurantes hasta tasas cercanas al 100%, independientemente de si se trata de un puente o no.