
OVIEDO, 5 de noviembre.
El Gobierno asturiano, a través de su Consejería de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, ha anunciado su intención de destinar un total de 95,8 millones de euros en el año 2025 para subsidiar proyectos enfocados en mejorar la eficiencia energética en viviendas. Este ambicioso plan contempla intervenciones en 9.644 inmuebles y se anticipa que generará un impacto significativo en términos de inversión, alcanzando cerca de 200 millones de euros en obras.
Esa cantidad abarca todas las ayudas gestionadas con fondos provenientes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, que incluye iniciativas como PREE 2020, PREE 5000, Ayudas a Barrios y subvenciones destinadas a la rehabilitación y mejora de edificios existentes.
Durante una conferencia de prensa celebrada esta mañana, el consejero Ovidio Zapico, junto al director general de Vivienda, Jesús Daniel Sánchez, expuso los detalles de esta iniciativa. Zapico mencionó que el Consejo de Gobierno, en su reunión del pasado jueves, aprobó una asignación de 16.869.405 euros para habilitar nuevas ayudas que faciliten la rehabilitación energética de edificios. “Nuestro objetivo es, no solo alcanzar los 100 millones en ayudas otorgadas, sino superarlas a lo largo del año 2025, beneficiando a más de 10.000 viviendas”, puntualizó.
Acerca de la convocatoria aprobada la semana anterior, que será publicada en el Boletín Oficial del Principado de Asturias en breve, Zapico subrayó su enfoque hacia comunidades de vecinos y propietarios individuales, tanto en áreas rurales como urbanas. La finalidad es facilitar la financiación de diversas acciones de rehabilitación que busquen reducir el consumo energético en los inmuebles, estableciendo un ahorro energético mínimo del 30% como objetivo.
"Desde una casa de campo hasta un edificio residencial, todas las opciones son elegibles para estas ayudas", agregó el consejero, quien también mencionó como novedad la inclusión de subsidios para la remoción de amianto, hecho que marca un avance en la seguridad y salubridad de los espacios habitables.
En su intervención, Jesús Daniel Sánchez expuso los requisitos necesarios para que los solicitantes puedan acceder a estas ayudas. Se requiere contar con un proyecto que detalle las actuaciones a realizar, así como la posesión del libro del edificio que incluya un informe de evaluación. Además, el proyecto debe contemplar un estudio sobre la gestión de residuos generados durante la construcción.
Para los edificios de tipología residencial colectiva, uno de los criterios para acceder a la subvención es tener al menos el 50% de su superficie construida destinada a uso residencial. Esto garantiza que las ayudas se concentren en aquellos inmuebles que realmente tienen un impacto significativo en la comunidad.
La cuantía de las ayudas ofrecerá diferentes porcentajes dependiendo del grado de ahorro energético conseguido. Aquellos proyectos que logren un ahorro de entre el 30% y el 45% podrán acceder a una subvención del 40% del coste, con un límite de 6.300 euros por vivienda y 56 euros por metro cuadrado en locales comerciales. Si el ahorro se sitúa entre el 45% y el 60%, la ayuda ascenderá al 65%, con un máximo de 11.600 euros por vivienda y 104 euros por metro cuadrado para locales. En el caso de que las obras generen un ahorro superior al 60%, se podrá subsidiar hasta el 80% del coste, con límites de 18.800 euros por vivienda y 168 euros por metro cuadrado para otros tipos de locales.
Sánchez también recalcó que, debido a la eliminación de amianto como requisito en la convocatoria, se otorgarán subsidios de hasta 1.000 euros por vivienda o 12.000 euros por edificio, priorizando siempre la cuantía más alta. "Si se presentan cuatro viviendas y la reparación asciende a 4.000 euros, se otorgará la ayuda de 12.000 euros por el edificio; si hay 30 viviendas, se procederá a las ayudas individuales de 1.000 euros hasta un total de 30.000 euros, en lugar de los 12.000", especificó.
Entre las obras subvencionables se incluyen las mejoras en las envolventes de los edificios, como fachadas y cubiertas, así como la sustitución de sistemas de calefacción y la mejora de suministros de agua caliente, aplicables tanto a viviendas individuales como a edificios de uso colectivo.
El director general informó que el procedimiento para la concesión de estas ayudas será de concurrencia no competitiva. Las solicitudes serán procesadas en estricto orden de presentación hasta que se acabe la financiación disponible. A pesar de ello, se espera que esta convocatoria permanezca abierta hasta junio de 2025, con la expectativa de que el Gobierno central aporte recursos adicionales antes de que finalice la vigencia del programa.
Finalmente, Sánchez subrayó que debido a que estos fondos provienen del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), todas las actividades financiadas a través de este programa tendrán que estar completadas antes del 30 de junio de 2026, asegurando así la eficacia y la celeridad en la ejecución de las obras.
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