Crónica Asturias.

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Consejo de Sabadell descarta unánimemente la OPA de BBVA y aconseja rechazarla.

Consejo de Sabadell descarta unánimemente la OPA de BBVA y aconseja rechazarla.

El consejero y accionista David Martínez ha expresado su opinión sobre la OPA de BBVA, afirmando que, aunque considera la propuesta adecuada, el precio actual la hace inalcanzable.

El consejo de administración de Banco Sabadell ha tomado una decisión unánime en rechazo a la oferta de BBVA, argumentando que el costo propuesto no refleja de manera justa el verdadero valor de las acciones de la entidad catalana, infravalorando significativamente su potencial como empresa independiente y las futuras ganancias para los accionistas.

En un documento presentado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el día de ayer, el consejo indicó que la mejor alternativa para los accionistas de Sabadell es rechazar la OPA, ya que la oferta, que incluye un trueque de acciones más un pago de 0,70 euros por parte de BBVA, resulta insuficiente y carece de la prima de control que normalmente se esperaría en este tipo de transacciones.

Además, el consejo subrayó que la oferta actual es menos favorable que otras propuestas previas de BBVA, incluidas las planteadas durante una posible fusión el pasado mes de abril, que también fue rechazada por el consejo de Sabadell.

El consejo tiene plena confianza en la estrategia de expansión de Banco Sabadell y en su capacidad para cumplir con sus objetivos financieros. Considera que aceptar la oferta perjudicaría los intereses de los accionistas, subrayando que operar como entidad independiente podría generar regresos más significativos y atractivos en el futuro.

El documento del consejo fue respaldado por la mayoría de los consejeros, a excepción de David Martínez Guzmán, quien decidió abstenerse. A pesar de ello, Martínez estuvo de acuerdo en que la oferta debería ser rechazada.

Martínez, quien representa a la sociedad Fintech Europe y posee un 3,86% de acciones en Sabadell, afirmó que no está dispuesto a aceptar la OPA en las condiciones actuales, aunque considera que la estrategia de BBVA es válida. Expresó que, aunque la propuesta es correcta, su cotización actual la hace irrealizable, lo que lo lleva a unirse al rechazo de la oferta.

El inversor opina que es crucial que el sector bancario en España y Europa avance hacia la consolidación y sugiere que la oferta de BBVA brinda un camino en esa dirección. Sin embargo, advirtió que las medidas del gobierno español, que exigen mantener la gestión de ambas entidades separada por un mínimo de tres años, pueden obstaculizar dicho proceso de eficacia económica. Martínez espera que la política pueda reconsiderar estas restricciones en eventos futuros de fusión.

A pesar de su postura, solicitó respetuosamente a BBVA que revise el precio de su oferta y presente una opción más atractiva que convenza al menos al 50% de los accionistas de Banco Sabadell para aceptar el trato. Martínez concluyó su opinión en el informe indicando que no comparte todas las opiniones del consejo, por lo que optó por abstenerse.

El informe emitido es un requerimiento promovido por la OPA que BBVA lanzó el lunes pasado, y según el Real Decreto, Banco Sabadell tenía un plazo de diez días para emitir su análisis y recomendaciones a sus accionistas, aunque aceleró su respuesta y presentó el informe antes de la fecha límite del 18 de septiembre.

A lo largo del informe, el consejo argumenta que la oferta está por debajo del valor de mercado actual de sus acciones, lo que implicaría que aquellos que acepten perderían una parte importante de su inversión, estimada en un 10% al cierre del 10 de septiembre.

Asimismo, el consejo explica que la valoración fundamental de Sabadell es entre un 24% y un 37% superior a la propuesta de BBVA, dependiendo de los métodos de valoración utilizados, además de que se debería considerar una prima de control.

Se destaca que aceptar la oferta significaría que los accionistas dejarían de ser parte de una entidad como Banco Sabadell, que se especializa en el mercado español, uno de los más dinámicos de la eurozona, para convertirse en accionistas de BBVA, cuyos ingresos provienen en gran parte de economías emergentes como México, Turquía y Sudamérica.

El consejo también enfatiza que Banco Sabadell, como entidad independiente, tiene el potencial de ofrecer más valor y mayores distribuciones a sus accionistas en el periodo 2025-2027, en comparación con lo que podría generar bajo el ala de BBVA.

En otro ámbito, el consejo advierte que, a pesar de que la OPA implique un intercambio de acciones, los accionistas en España podrían enfrentar cargas fiscales por las ganancias generadas desde la compra de sus acciones. En casi todos los casos, tendrían que pagar impuestos que serían superiores a lo que BBVA les abonaría en efectivo y dejarían de percibir un dividendo extraordinario que está programado para principios de 2026.

Los accionistas que no acepten la OPA continuarán siendo parte de Banco Sabadell, que seguiría cotizando en bolsa, incluso en una hipotética compra del 50% del capital por BBVA, dado que la fusión no podría realizarse durante al menos tres o cinco años.

Finalmente, el consejo también menciona otros desafíos que podrían surgir para aquellos que decidan aceptar la OPA, como el riesgo geopolítico asociado al alto grado de exposición de BBVA en mercados emergentes y posibles inefficacias que puedan afectar el precio de sus acciones, así como durante un periodo de iliquidez de aproximadamente 22 días tras la aceptación de la oferta.

El consejo también se pronuncia sobre la posibilidad de que BBVA opte por adquirir entre el 30% y el 49.9% de las acciones de Sabadell, lo que obligaría a una nueva OPA. El accionista que hubiese aceptado la oferta actual no podría beneficiarse de este segundo movimiento.

Por último, el consejo manifiesta que las proyecciones de sinergias presentadas por BBVA deben ser tomadas con cautela, apreciando que no son realistas en el contexto actual y pueden acarrear incertidumbres en su ejecución futura, además de que no se han considerado los posibles efectos negativos que podrían surgir de la operación.