Crónica Asturias.

Crónica Asturias.

El Reino de Asturias

Orígenes del Reino de Asturias

El Reino de Asturias tiene sus raíces en la resistencia de los hispanorromanos frente a la invasión musulmana en el siglo VIII. Tras la derrota visigoda en la batalla de Guadalete en el año 711, la península ibérica quedó bajo dominio musulmán. Sin embargo, en el norte de la región, en tierras montañosas y de difícil acceso, un grupo de nobles visigodos y hispanorromanos lograron mantenerse independientes y resistir la invasión. Fue así como surgió el Reino de Asturias, con Pelayo como su primer rey.

La Batalla de Covadonga

Uno de los hitos más importantes en la historia del Reino de Asturias fue la Batalla de Covadonga, que tuvo lugar en el año 722. En esta batalla, Pelayo y sus seguidores, en un número reducido, lograron derrotar a las fuerzas musulmanas lideradas por Alcama. Esta victoria fue crucial, ya que marcó el inicio de la Reconquista cristiana en la península ibérica. A partir de este momento, el Reino de Asturias se consolidó y comenzó a expandirse hacia el sur.

La consolidación del Reino de Asturias

Tras la victoria en Covadonga, los reyes asturianos continuaron su lucha contra los musulmanes y lograron ampliar su territorio. Durante el reinado de Alfonso II, también conocido como Alfonso el Casto, se llevó a cabo la reconstrucción de la ciudad de Oviedo y se convirtió en la capital del reino. Además, se inició la construcción de la Cámara Santa, que albergaría las reliquias de la iglesia de San Salvador.

La época de Alfonso III

Bajo el reinado de Alfonso III, conocido como Alfonso el Grande, el Reino de Asturias alcanzó su máximo esplendor. Durante su mandato, se ampliaron las fronteras del reino hasta el río Duero y se reforzaron las defensas frente a los ataques musulmanes. Además, se construyó la iglesia de San Julián de los Prados, uno de los primeros ejemplos del arte prerrománico asturiano. Alfonso III también asumió el título de Emperador de España, lo que reflejaba su ambición de unificar la península ibérica bajo su corona.

El fin del Reino de Asturias

A pesar de su grandeza, el Reino de Asturias comenzó a debilitarse a finales del siglo IX. Las luchas internas por el poder y las invasiones vikingas pusieron en peligro la estabilidad del reino. Durante el reinado de Alfonso III, se produjo una división del territorio entre sus hijos, lo que debilitó la unidad del reino. Además, las incursiones vikingas en la costa norte provocaron un gran impacto en la población y en la economía del reino.

La división del reino

Tras la muerte de Alfonso III, sus hijos dividieron el reino en tres partes: García I se quedó con el Reino de León, Ordoño II con el Reino de Galicia y Fruela II con el Reino de Asturias. Esta división contribuyó a la fragmentación del territorio asturiano y debilitó su posición frente a los musulmanes. A pesar de los esfuerzos de algunos reyes por mantener la unidad del reino, como Alfonso IV, el Reino de Asturias no logró recuperar su antigua grandeza y fue perdiendo influencia en la península ibérica.

Legado del Reino de Asturias

A pesar de su final como entidad política independiente, el Reino de Asturias dejó un profundo legado en la historia de la península ibérica. Su resistencia frente a la invasión musulmana y su papel en la Reconquista cristiana son recordados como hitos importantes en la historia de España. Además, el arte prerrománico asturiano, que floreció durante esta época, es considerado como una de las manifestaciones más originales y representativas del arte medieval en la península.

En resumen, el Reino de Asturias fue un importante bastión de resistencia frente a la invasión musulmana en la península ibérica. A través de la figura de reyes como Pelayo, Alfonso II y Alfonso III, el reino logró expandir sus fronteras y consolidarse como una potencia emergente en la región. A pesar de su final como entidad política independiente, su legado perduró a lo largo de la historia, dejando huellas imborrables en la memoria colectiva de los asturianos y de todos aquellos que valoran la historia y el patrimonio cultural de España.