Crónica Asturias.

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Ignatieff critica la idea de premios como una forma de autoindulgencia.

Ignatieff critica la idea de premios como una forma de autoindulgencia.

El galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024, Michael Ignatieff, ha expresado en la ceremonia de entrega de los premios que considera los galardones como una forma de hacer un balance personal. Se cuestiona si todo su trabajo ha sido suficiente y qué logros ha intentado alcanzar a lo largo de los años.

Ignatieff ha compartido que al ser honrado de esta manera, su primer pensamiento es si realmente merece el premio. Cita a Hamlet al mencionar que si todos recibieran lo que se merecen, ¿quién escaparía de los castigos?

En su discurso, el escritor ha reflexionado sobre la distinción entre un erizo y un zorro, basándose en las ideas del politólogo británico Isaiah Berlin. Destaca que la Casa Real reconoce una variedad de logros, algunos representados por erizos y otros por zorros.

El premiado se ha preguntado si él se identifica más con un zorro o un erizo, describiéndose a sí mismo como un zorro que en ocasiones ha aspirado a ser como el erizo. Agradece al jurado por reconocer en él una mezcla de realismo político, humanismo e idealismo liberal, atributos que lo hacen sentirse como un erizo.

Ignatieff reconoce que su trabajo creativo es como escalar en la oscuridad, sin saber a dónde se dirige la mayor parte del tiempo. Destaca la importancia de mantener la libertad de pensamiento en un mundo lleno de manipulaciones y mentiras.

Michael Ignatieff, nacido en Canadá en 1947, ha tenido una destacada carrera académica y política, centrada en la defensa de los derechos humanos fundamentales. Ha sido reconocido por su labor como escritor, docente y líder opositor en su país.

Ignatieff ha trabajado como profesor en diversas universidades y ha sido miembro del parlamento canadiense. Su versátil trayectoria ha sido elogiada por su compromiso con los valores universales y los derechos humanos.