La patronal asturiana, FADE, y la Cámara de Comercio de Oviedo han sido criticadas por Izquierda Unida por su supuesta injerencia y falta de respeto en las negociaciones para el futuro gobierno de Asturias. La organización política ha pedido que se permita un proceso democrático, ya que el gobierno es el resultado de una elección donde ninguno de estos dos grupos ha participado.

Maximino García, el secretario de Organización de IU, declaró que mientras todo el mundo tiene derecho a sus propias opiniones, estas dos entidades debieron haberse presentado como candidatos en las elecciones antes de interferir en acuerdos políticos. García asevera que su postura es infundada, a excepción de que quieran mantener su influencia en la toma de decisiones del gobierno asturiano, que ha sido previamente denunciada.

El secretario de Organización cree que los acuerdos entre socialistas y populares propuestos por la patronal no son lo que la mayoría de la ciudadanía asturiana quiere, sino que ha habido una elección clara entre dos bloques con políticas opuestas. Él ha defendido una negociación libre de interferencias externas que responda a los deseos de la mayoría.

En cualquier caso, García ha dicho que IU no será un simple espectador en el futuro gobierno, lo cual está en línea con las palabras del coordinador general, Ovidio Zapico, y el secretario de Política de Alianzas.