Crónica Asturias.

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Coordinadora Ecologista exige al Principado frenar de inmediato la mina de oro de Boinás por contaminación.

Coordinadora Ecologista exige al Principado frenar de inmediato la mina de oro de Boinás por contaminación.

En un giro reciente en el debate sobre la minería en Asturias, la Coordinadora Ecologista de Asturias ha exigido a la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico que se detengan de inmediato las operaciones de la mina de oro del Valle-Boinás, situada en el concejo de Belmonte. La organización ecologista alega que la empresa OroValle, cuyo nombre anterior era Kinbauri España SL, continúa realizando vertidos al dominio público hidráulico de manera regular, algo que ha sido corroborado por la Confederación Hidrográfica durante sus controles analíticos periódicos.

El colectivo medioambiental sostiene que el Gobierno de Asturias tiene la responsabilidad de supervisar la autorización ambiental de las actividades mineras, un permiso que se revisa cada cuatro años. Esta afirmación resalta la importancia de la vigilante responsabilidad del gobierno en la protección de los recursos naturales y el bienestar de la comunidad.

“El Principado de Asturias no debería considerar la renovación de tal autorización dado que ya tiene conocimiento de los vertidos peligrosos que hemos denunciado desde el inicio de las actividades de la minera, lo cual indicaría un incumplimiento de lo estipulado en la autorización ambiental integrada”, argumentan los ecologistas, enfatizando la gravedad de la situación.

Además, el grupo ecologista señala que se han detectado vertidos ilegales, basándose en los resultados analíticos obtenidos de varios puntos de control. Los contaminantes que se están arrojando al dominio público sin las debidas autorizaciones incluyen Cianuros, Selenio, Cadmio, Cobre, Zinc y Plomo. También han identificado la presencia de elementos que, aunque están permitidos, como los Arsénicos, Mercurio, Níquel y Sólidos en suspensión, superan las concentraciones máximas autorizadas.

“Estos vertidos son continuos y afectan, al menos, a la cuenca del río Narcea, sin tener conocimiento de los que se puedan estar infiltrando en el subsuelo”, advierten. Esta situación subraya lo que el colectivo ha estado denunciando durante años: un vertido significativo de sustancias peligrosas en los cauces cercanos, realizado por las plantas de tratamiento de mineral de la mencionada empresa, lo cual representa un impacto claro y directo en la calidad del agua y en la vida acuática de la zona, tal como se indica en los expedientes sancionadores anteriores que aún están pendientes de resolución en los tribunales.