
En un claro acto de resistencia, el Comité de Empresa Europeo de ArcelorMittal se ha trasladado a Bruselas para expresar su rechazo a la reciente propuesta de deslocalización de funciones laborales hacia la India. Este proyecto amenaza con poner en peligro cerca de 2.000 empleos dentro de Europa, lo que ha llevado a los representantes sindicales a calificarlo de "autosabotaje integral".
En su comunicada, el Comité se mostró contundente tras las reuniones realizadas el martes y miércoles, que reflejan una fuerte oposición al plan de deslocalización. Criticaron abiertamente la falta de transparencia por parte de la dirección de la multinacional, acusándola de seguir una estrategia "opaca y autoritaria" que desatiende la necesidad de un diálogo abierto con los trabajadores.
La dirección de ArcelorMittal ha sido objeto de críticas por su decisión de continuar con lo que los sindicatos consideran una "maniobra brutal" motivada por intereses puramente financieros. En este sentido, los trabajadores han resaltado que la falta de responsabilidad social y territorial es un signo claro de desinterés hacia la comunidad donde opera la empresa.
El Comité de Empresa ha descrito el plan de deslocalización como inaceptable, considerando que este tipo de decisiones son un "sabotaje industrial en un momento crucial". En lugar de buscar una reducción de plantilla, argumentan que la empresa debería concentrarse en aprovechar la esperada recuperación del mercado.
Este contexto se ve reforzado por las recientes políticas de la Comisión Europea, que incluyen un plan de apoyo para el sector del acero, con la intención de limitar importaciones y proteger la producción interna. Los sindicalistas ven esto como una oportunidad para que ArcelorMittal se posicione de manera competitiva en el mercado, en lugar de reducir su fuerza laboral.
Los miembros del Comité advierten que, al eliminar puestos clave, la empresa no solo perjudica su potencial de recuperación, sino que también comete un "grave error estratégico". Resaltan que Europa merece un enfoque más responsable por parte de las multinacionales, que debería priorizar la conservación de empleos sobre el lucro inmediato.
Señalan que ArcelorMittal se beneficia de generosas ayudas públicas y programas de descarbonización. Sin embargo, critican que, a cambio de este apoyo, recorte empleos y ponga en pérdida su capacidad operativa, además de incumplir con las normativas europeas en materia de consulta e información a los trabajadores.
Por esta razón, han exigido la pronta convocatoria de un comité de diálogo social para abordar el futuro de ArcelorMittal en Europa, abordando cuestiones como el empleo, la sostenibilidad y la transición energética. Asimismo, han solicitado la suspensión inmediata del proceso de deslocalización hasta que se brinde la información necesaria y se establezca un "verdadero" diálogo social.
Finalmente, el Comité, de manera unánime, decidió no proporcionar un dictamen sobre el proyecto de deslocalización, afirmando que se trata de un "claro caso de colonialismo empresarial" que busca maximizar beneficios a costa de la explotación laboral en países con condiciones precarias. Se resisten firmemente a esta visión que amenaza la dignidad y los derechos de los trabajadores en Europa.
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