
En la jornada del lunes 20 de enero, la Fiscalía del Principado de Asturias, a través de su Sección Territorial ubicada en Avilés, ha planteado ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con base en Oviedo, la prolongación de la prisión provisional impuesta al acusado de un cruento homicidio. Este caso se remonta a febrero de 2023, cuando el individuo presuntamente asfixió a un hombre que intentaba defenderse de una agresión previa por parte del mismo, en un incidente ocurrido en Valdés.
El 27 de febrero del pasado año, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Valdés dictó un auto en el que se acordó la prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza, del acusado. Esta decisión se enmarca en el contexto de un episodio violento que dejó una conmoción en la comunidad local.
El Ministerio Fiscal ha presentado una versión detallada de los hechos, alegando que en la madrugada del 25 de febrero de 2023, tanto el acusado, nacido en 1975, como la víctima, un joven de 28 años y amigo del primero, se encontraban en el domicilio del acusado en Trevías, Valdés. En un momento de tensión, la víctima comenzó a manifestar su descontento y enojado exclamó repetidamente "me has traicionado", instigando un comportamiento violento al arrojar y romper objetos del hogar. A pesar de los intentos del acusado por calmar la situación, incluyendo varias llamadas a la familia de la víctima, estas fueron ignoradas y la situación escaló.
A medida que la noche avanzaba, la víctima comenzó a agredir físicamente al acusado, lanzándole patadas y puñetazos, y golpeándole en la cabeza con un objeto metálico, mientras amenazaba con matarlo. En un giro violento de los acontecimientos, la víctima logró restringir la salida del acusado de la vivienda, empujándolo hacia el interior de una habitación y continuando su ataque con una botella de vino. En medio de esta confrontación, ambos hombres se enzarzaron en un forcejeo que terminó con ambos en el suelo.
En ese preciso instante, el acusado, desbordado y sintiendo la amenaza inminente de un daño físico, reaccionó rodeando el cuello de su agresor con su brazo y apretando con fuerza. Esta maniobra, destinada inicialmente a la defensa personal, resultó ser fatal, ya que mantuvo la presión hasta que constató que la víctima había dejado de moverse, llevándola a un trágico desenlace de asfixia mecánica por estrangulamiento.
El fallecimiento de la víctima se produjo entre las 07.30 y las 08.00 horas. Según los informes, el acusado habría sobrepasado los límites de la legítima defensa, utilizando una reacción desproporcionada que terminó por quitarle la vida al joven agresor.
Después de consumarse el incidente, el acusado tomó la decisión de notificar a la Guardia Civil, pidiendo el auxilio de una ambulancia y saliendo a la calle para relatar a los agentes lo sucedido. Se informa que el acusado también sufrió lesiones durante la confrontación. Tras evaluar el suceso, la Fiscalía considera que se trata de un caso de homicidio tipificado en el artículo 138.1 del Código Penal, aunque señala que concurren atenuantes, como la eximente incompleta de la legítima defensa y la atenuante de confesión.
De este modo, la Fiscalía ha solicitado que se imponga al acusado una condena de 7 años de prisión, además de la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Se añade la medida de libertad vigilada por un periodo de 5 años y el pago de costas judiciales.
Asimismo, en materia de responsabilidad civil, el Ministerio Público ha presentado una demanda de indemnización que asciende a 100.000 euros para cada uno de los padres del difunto y 20.000 euros para su hermano, más los intereses legales pertinentes. Este caso sigue causando un fuerte impacto y ha levantado un amplio debate sobre la legítima defensa y los límites de la misma en situaciones de agresión.
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