OVIEDO, 26 de noviembre. En un caso que ha sacudido a la comunidad local, un hombre ha confesado haber agredido sexualmente a una amiga en su hogar en Lena, mientras esta dormitaba. Además, se informó que el agresor tomó sin autorización un vídeo íntimo de la mujer, el cual posteriormente reenvió a su propio teléfono. La audiencia tuvo lugar a puerta cerrada en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, cuya sede se encuentra en Oviedo.

Según los informes, la víctima comenzó a pasar algunas noches en la casa del acusado durante el verano de 2022, manteniendo siempre una relación de amistad entre ambos. Es relevante señalar que la mujer solía dormir profundamente debido a los medicamentos que consumía. En un incidente que ocurrió cerca del 26 de diciembre de 2022, el acusado, creyendo que la joven estaba dormida, la besó en la boca, un acto que fue reconvenido por la mujer.

El 26 de diciembre de ese mismo año, el acusado volvió a aprovecharse de la situación al frotar sus genitales contra los pies de la víctima, quien nuevamente reprochó su comportamiento. La mujer, al notar que el agresor tenía su teléfono móvil en la mano, le solicitó el dispositivo y descubrió que contenía tanto una fotografía como un vídeo que él había tomado de ella mientras estaba dormida, en los que el procesado exhibía comportamientos sexuales inapropiados. Adicionalmente, este tenía en su móvil un vídeo de contenido sexual de la víctima que había obtenido sin permiso entre julio y diciembre de 2022, y el cual se había reenviado a su propio dispositivo.

No hay evidencia de que el vídeo indebidamente obtenido haya sido compartido con terceros. En respuesta a la gravedad de los hechos, un auto del 14 de febrero de 2023 impuso al procesado la prohibición de acercarse a la mujer o a su domicilio a menos de 300 metros, así como la restricción de comunicarse con ella por cualquier medio.

Los hechos han sido calificados como un delito continuado de agresión sexual y como un delito contra la intimidad. Se reconoció la atenuante muy cualificada de confesión. Después de admitir los hechos, el acusado aceptó una condena de 1 año y 6 meses de prisión por el delito de agresión sexual, además de la prohibición de acercarse a la víctima o a su domicilio por el mismo intervalo de tiempo, así como la restricción de comunicación durante 2 años y 6 meses, con descuento del tiempo ya cumplido cautelarmente. También enfrentará una inhabilitación especial de 4 años para cualquier actividad o trabajo que implique contacto regular y directo con menores.

Por el delito contra la intimidad, se impuso una pena idéntica de 1 año y 6 meses de prisión, acompañada de una inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante la duración de la condena. Igualmente, se le prohibió acercarse a la víctima y comunicarse con ella bajo las mismas condiciones que en el caso anterior. También se le impuso el pago de una multa durante 9 meses, ascendiendo a 8 euros diarios, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago.

Por último, como parte de la responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar a la mujer con la suma de 3.000 euros, más los intereses legales correspondientes, reflejando así la seriedad de las agresiones cometidas.