Crónica Asturias.

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Juventud portuguesa en Gijón defiende consentimiento en caso de violación grupal.

Juventud portuguesa en Gijón defiende consentimiento en caso de violación grupal.

GIJÓN, 30 de octubre. En la sede de la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias, ubicada en Gijón, se llevó a cabo el jueves la segunda y última jornada del juicio contra cuatro jóvenes portugueses acusados de participar en una agresión sexual grupal a dos chicas. Este caso, que ha recibido gran atención mediática, se remonta a 2021 y podría resultar en penas que suman un total de 42 años y medio de prisión.

Los acusados sostuvieron su inocencia durante el proceso y, en declaraciones exclusivamente ante su abogado Germán Inclán, afirman que las interacciones sexuales con las jóvenes fueron consensuadas. Según su testimonio, las chicas eran las que indicaban sus preferencias sobre las relaciones que mantuvieron, tras haberse conocido en un pub de la ciudad.

El abogado de la defensa, Inclán, subrayó que, tras los encuentros, los jóvenes intercambiaron datos de contacto, específicamente sus cuentas de Instagram, algo que, en su opinión, contradice la acusación de agresión. Además, mencionó que en caso de que alguna de las chicas no estuviera interesada en realizar alguna práctica, los chicos respetaban su decisión, lo que, según él, subraya el consentimiento mutuo desde el principio.

Inclán también se refirió a un vídeo presentado como evidencia que, según él, muestra el comportamiento de ambos grupos y el tono ligero de sus conversaciones, lo que no parecería coincidir con el testimonio de alguien que ha sido víctima de una agresión sexual. El clip, que dura un minuto y 42 segundos, contiene imágenes de actividades sexuales que él describió como “explícitas”.

Los jóvenes defendieron que fueron las chicas quienes, en un momento determinado, les propusieron mantener relaciones sexuales con tres de ellos. Por otro lado, el abogado cuestionó la validez del parte de lesiones presentado por las supuestas víctimas, al argumentar que las manifestaciones de agresión no necesariamente se traducen en un caso de violación según la evidencia presentada.

Tras las exposiciones y pruebas, tanto la Fiscalía como la acusación particular y la defensa han llegado a sus conclusiones finales. A pesar de la altas cifras de las penas solicitadas, se observa una notable disparidad entre los acusados: uno podría recibir 22 años, otro 14, mientras que el tercero enfrenta cinco años, y el cuarto, un año y medio.

Por último, el abogado Inclán destacó la gravedad de la pena solicitada en comparación con los castigos por homicidio, que generalmente oscilan entre 10 y 15 años, lo que plantea serias interrogantes sobre la proporcionalidad del castigo en este caso particular.