En Madrid, el 2 de julio, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha desmentido las acusaciones que afirman que su departamento, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), publicó el último informe sexenal sobre el lobo antes de enviarlo a las comunidades autónomas. Estas reclamaciones han surgido principalmente de las regiones bajo administración del Partido Popular (PP), que han solicitado la dimisión de Morán. El secretario de Estado ha aclarado que el informe fue circulado para su análisis previo a su consideración en la Conferencia Sectorial.

Morán, en un mensaje compartido a través de la red social 'X', afirmó que “no es necesario recurrir a la desinformación” al hacer exigencias sobre su cese. Esta respuesta se generó tras recibir un mensaje del Gobierno de Cantabria, en el que se pedía su dimisión por la supuesta divulgación del informe sin haberlo sometido antes a debate y aprobación en la Conferencia Sectorial correspondiente.

La comunidad autónoma de Cantabria, junto con otras diez regiones y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, todas bajo control del PP, envió una carta a la ministra responsable, Sara Aagesen. En esta comunicación, expresaron su descontento con los eventos ocurridos en la última Comisión Sectorial de Medio Ambiente, donde criticaron el “tono agresivo y despectivo” de las interacciones durante la reunión.

Según el contenido de la misiva, al que ha tenido acceso Europa Press, los gobiernos regionales cuestionan la decisión de Morán de intentar abrir un debate sobre el informe del lobo, dado que el presidente de la Comisión había dejado claro que su análisis se llevaría a cabo en un encuentro posterior, programado para el 11 de julio, tras recibir la solicitud de estas mismas comunidades, las cuales no habían obtenido información sobre el documento.

Asimismo, la carta revela que Morán se retiró de la reunión "sin ofrecer explicación alguna" en el momento en que los integrantes de la Comisión comenzaron a recibir información que indicaba que el MITECO ya había “sentenciado” que el estado de conservación del lobo era desfavorable, según lo estipulado en el informe sexenal.