Crónica Asturias.

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"Rossy de Palma: 'La fidelidad a la esencia es fundamental' en el FICX al recibir el Premio Isaac del Rivero"

La reconocida actriz Rossy de Palma ha compartido recientemente, durante un evento en Gijón, su visión particular sobre la creatividad y el arte, marcando un contraste entre la naturalidad y la rigidez de los guiones. En sus declaraciones, De Palma enfatizó la importancia de transformar los errores en valiosos materiales artísticos, una perspectiva que, según ella, realza la belleza de la interpretación.

En una rueda de prensa llevada a cabo este viernes, horas antes de recibir el Premio Isaac del Rivero en la gala inaugural del 62º Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón (FICX), la actriz destacó que lo que realmente le importa no es tanto el contenido de su discurso, sino la forma en que lo comunica. "Uno tiene que ser fiel a su esencia", sostuvo De Palma, un concepto que parece guiar su carrera y su enfoque artístico.

Nacida en Palma de Mallorca pero con profundas raíces familiares en Asturias, De Palma reivindicó su identidad asturiana. A pesar de haber crecido en las Baleares, pasaba sus veranos en la región norteña, lo que le permitió mantener un vínculo especial con la tierra de sus padres avilesinos. La actriz remarcó que, a pesar de su trayectoria, nunca ha perdido el "gen asturiano" y sigue visitando el Principado siempre que tiene la oportunidad, incluso llevándose a sus hijos.

Con una madurez de 60 años, la artista reflexionó sobre la influencia familiar en su vida. Aunque sus padres no eran artistas, sí poseían un arte innato que, según ella, ha sido fundamental en su formación. "Sin ser artistas, tenían mucho arte", explicó, al mismo tiempo que mencionó un "ADN social" que comparte con toda su familia. Un recuerdo destacado fue el consejo de su padre, quien le dijo que era "mundial", algo que la actriz ha tomado como un motor de su confianza personal.

De Palma también habló con claridad sobre los temas que le gustaría abordar en su trabajo futuro. Si tuviera la oportunidad de dirigir una película, elegiría centrarla en una problemática social, de manera específica la violencia de género, una experiencia personal que ha marcado su vida. "He podido profundizar en lo que les sucede a hombres y mujeres en nuestra sociedad", comentó, subrayando su deseo de contribuir a la lucha contra esta violencia de manera efectiva, aún reconociendo la impotencia que siente ante la situación actual.

La situación internacional también fue un punto de reflexión para la actriz, quien expresó que la llegada de Donald Trump al poder ha creado una sensación de "hiperrealidad". Para ella, este clima ha generado una polarización donde parecen escasear los héroes y abundar los villanos. "El arte es la única tabla de salvación que tenemos", afirmó con convicción, reflejando su fe en la creatividad como un medio de resistencia y cambio.

Ironizando sobre el papel de la televisión en la concienciación social, De Palma mencionó que programas como First Date han hecho más por la integración que muchas campañas oficiales. La interpretación de la realidad ofrecida por el programa, que muestra una diversidad de personas, fue resaltada como un ejemplo positivo en contraste con la rigidez de algunas mentalidades. La actriz no dudó en criticar la falta de flexibilidad de ciertas personas, a quienes considera "rigidas y llenas de certezas equivocadas".

Reiterando su auto-identificación como una "artista intérprete", De Palma subrayó su aprecio por las experiencias inesperadas que se convierten en materia creativa. Según ella, el papel del artista es actuar como un transmisor del arte, y está convencida de que todos tenemos el potencial para ser artistas, siempre y cuando se dejen de lado actitudes de vanidad.

También hizo una observación sobre la aventura espacial del programa de Jesús Calleja, bromeando que no contara con ella para esas hazañas. Sin embargo, De Palma expresó su interés en realizar un proyecto sobre el mundo indígena, resaltando la insignificancia del ser humano frente a la vasta naturaleza. En su discurso, dejó claro que nunca entendió el concepto de nacionalismos, destacando que nacer en un lugar específico es simplemente una lotería que no se elige.

Respecto a su apariencia, compartió que su nariz nunca ha sido un problema para ella, sino que le ha proporcionado una comprensión del racismo a partir de las críticas que ha recibido por su físico. Defendió la belleza en la diversidad, a la vez que rechazó aquello que considera culturalmente inadmisible, como la ablación o la tauromaquia.

Finalmente, al hablar sobre sus inicios en la industria del cine y su relación con el aclamado cineasta Pedro Almodóvar, De Palma compartió anécdotas del rodaje y reflexionó sobre el significado del cine. Con un tono de nostalgia, afirmó que "el cine es una mentira para contar una verdad", y recordó una época de la Movida Madrileña donde, a pesar de la adicción generalizada, su objetivo no era la fama, sino la necesidad vital de expresarse.