Crónica Asturias.

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Asturias acoge a 97 niños saharauis en el programa 'Vacaciones en paz'.

Asturias acoge a 97 niños saharauis en el programa 'Vacaciones en paz'.

OVIEDO, 5 de agosto. La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Gobierno del Principado de Asturias, liderada por Marta del Arco, ha inaugurado este martes la llegada de 97 niños saharauis que participan en el programa “Vacaciones en paz”, una iniciativa que permite a menores de entre 8 y 12 años, provenientes de los campamentos de refugiados de Tinduf en Argelia, pasar el verano en Asturias durante julio y agosto.

En su intervención, Del Arco enfatizó el compromiso de Asturias con la cooperación internacional, afirmando que “seguimos firmes en nuestro apoyo al pueblo saharaui ante recortes globales”.

La consejera también expresó su gratitud hacia la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, así como a los 91 hogares asturianos que acogen a estos niños, destacando que 32 de estas familias son nuevas en esta experiencia anual.

Este año, el número de menores saharauis que participan ha aumentado en casi 20 en comparación con el año anterior. Durante su estancia, los niños podrán recibir atención médica, mejorar su alimentación, aprender español y escapar del calor extremo del desierto, que puede llegar a 55 grados centígrados en verano. Además, este programa contribuye al intercambio cultural y fomenta relaciones duraderas entre las familias asturianas y los niños saharauis.

El programa está respaldado económicamente por la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, que destina este año un total de 25.324 euros a esta iniciativa, en el marco de un compromiso anual de ayuda al pueblo saharaui que asciende a 400.000 euros. Asimismo, reciben apoyo de la Junta General y 13 municipios asturianos.

Marta del Arco también reafirmó el compromiso del gobierno asturiano hacia el pueblo saharaui, un apoyo que se remonta a más de 20 años y que se traduce en diversas iniciativas de asistencia alimentaria, atención sanitaria, formación para personas con discapacidad, rehabilitación de infraestructuras educativas y culturales, y construcción de viviendas para quienes han padecido los estragos de las minas antipersona.

“La crisis humanitaria que enfrenta el pueblo saharaui lleva 50 años. Hay generaciones que solo han conocido las duras condiciones del desierto. Este programa les ofrece la oportunidad de experimentar otras maneras de vivir y de interactuar con diversas culturas, enriqueciendo tanto a los niños como a las familias que los acogen”, concluyó la consejera.