El Ayuntamiento de Oviedo respaldó por unanimidad una declaración institucional de rechazo al régimen talibán en Afganistán, especialmente por la vulneración de derechos fundamentales que afectan a las mujeres y niñas. La propuesta fue presentada por el Grupo Municipal Socialista.
En el pleno correspondiente al mes de septiembre, la periodista y refugiada afgana Adela Omid tomó la palabra para explicar la situación en Afganistán desde la caída de Kabul en agosto de 2021. Relató cómo tuvo que salir de su país junto a parte de su familia por temor a perder sus vidas. Con la llegada de los talibanes, todo cambió, especialmente para las mujeres y niñas, quienes han sido excluidas completamente de la sociedad y las instituciones.
Omid expresó su preocupación por el rumbo del país y resaltó que el mundo parece haber olvidado a Afganistán y normalizado el hecho de que los talibanes gobiernen. Además, mencionó que todos los grupos étnicos y religiosos enfrentan asesinatos, represión y persecución.
La periodista pidió a la comunidad internacional que no permanezca impasible ante estos hechos y que los gobiernos del mundo pongan los derechos de las mujeres y las niñas en el centro de su política exterior hacia Afganistán. Destacó la importancia de gestos como la declaración institucional en el Ayuntamiento de Oviedo.
En la declaración institucional, se condena la vulneración de derechos fundamentales por parte del régimen talibán en Afganistán, especialmente contra las mujeres y las niñas. Además, se ofrece la colaboración institucional del Ayuntamiento a los gobiernos del Principado de Asturias y de España para la protección de estas mujeres y niñas.
El documento destaca que han pasado dos años desde que los talibanes tomaron el poder en Afganistán y se han producido graves retrocesos en derechos humanos, especialmente para las mujeres y las niñas. Se detalla cómo se ha limitado la educación de las mujeres, su participación en la vida laboral y política, y hasta su forma de vestir.
Además, se menciona cómo se restringe la libertad de circulación de las mujeres, se promueven matrimonios forzosos y precoces, se ha eliminado el apoyo a las víctimas de violencia de género, y se prohíbe el ejercicio de expresión y protesta. Incumplir estas normas puede llevar a castigos físicos, encarcelamiento y otras formas de represión.