La presidenta de la Fundación Cotec para la innovación, Cristina Garmendia, ha señalado en una conferencia en Gijón que, si bien la innovación es una herramienta poderosa para combatir las desigualdades, también puede generarse desigualdad en sí misma.

Garmendia ha ilustrado esto con el ejemplo de las vacunas contra la COVID-19, ya que si sólo unas pocas empresas las hubieran fabricado, habrían disfrutado de una gran ventaja. La innovación, por lo tanto, puede generar desigualdades por sí sola si no se extiende por igual en todos los territorios donde se necesite.

Debido a esto, Garmendia ha visto la importancia de anticiparse a los posibles focos de desigualdad que ha creado la innovación. Una herramienta como el ChatGPT, ha indicado, llegó demasiado tarde, y uno debe estar preparado antes de que se convierta en un fenómeno de masas.

Otro problema que ha surgido con la innovación ha sido su impacto en la transformación del empleo y los territorios. El teletrabajo, por ejemplo, puede afectar gravemente a la cohesión entre barrios y ciudades si causa una falta de movilidad al trabajo. Para Garmendia, estos problemas deben medirse cuidadosamente y corregirse para evitar mayores desigualdades.