OVIEDO, 7 de julio.

En una reciente visita a la capital asturiana, el secretario general de Vox y máximo representante del partido en Cataluña, Ignacio Garriga, subrayó la creciente relevancia de su formación en comunidades históricamente asociadas al voto de la clase trabajadora, como es el caso de Asturias. Durante su intervención, Garriga afirmó que numerosos ex votantes de partidos de izquierda han encontrado en Vox una nueva voz. Criticó duramente a la izquierda tradicional, acusándola de haber perdido el rumbo y de haber desviado recursos públicos hacia prácticas corruptas, afirmando: “Mientras se malgastaba dinero en excesos, se enchufaban familiares en el PSOE”.

Garriga hizo un llamado al electorado asturiano, subrayando que Vox se ha convertido en el refugio para muchos trabajadores decepcionados. Según sus palabras, “Asturianos con una fuerte herencia obrera, minera y sindical se sienten traicionados por una izquierda que prometía cuidar sus intereses, pero que en realidad ha dilapidado el dinero público”.

El líder de Vox también alertó sobre lo que él describe como “una severa crisis estructural” que está afectando a Asturias. Esta crisis se manifiesta en problemas como el envejecimiento de la población, la declinación de la industria, la despoblación rural y el cierre de numerosas empresas. Criticó al presidente Barbón y al líder del PSOE, Pedro Sánchez, por ofrecer solo ideología y clientelismo, lo que, según él, estrangula a familias, autónomos y ganaderos asturianos.

En sus declaraciones, Garriga no escatimó críticas hacia la gestión en áreas clave como la sanidad y la vivienda. Denunció también la elevada carga fiscal y el desinterés por industrias esenciales, como la agropecuaria, la pesca y aquellas que requieren un alto consumo energético. Hizo hincapié en la necesidad de establecer políticas energéticas sensatas que no estén marcadas por ideologías y pidió más inversiones en infraestructuras que conecten Asturias con el resto de España.

Por último, el secretario general de Vox puso de relieve lo que considera una “sumisión lingüística” impuesta por el gobierno regional. Aseguró que “el PSOE, con la complicidad del PP, está tratando de imponer el asturiano de manera encubierta como requisito para el acceso a empleos públicos”. Prometió que Vox será el único partido que defienda sin tapujos la libertad lingüística en Asturias.