Crónica Asturias.

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La familia del imputado revela su fijación en que el agente inmobiliario le "destruyó" su existencia.

La familia del imputado revela su fijación en que el agente inmobiliario le

En el marco de un juicio que ha captado la atención pública, la ex esposa del acusado de asesinar al gerente de una inmobiliaria en Gijón ha ofrecido su testimonio sobre los hechos relacionados con un préstamo que desencadenaron una serie de tragedias familiares.

En la segunda sesión de este caso judicial, que cuenta con un jurado popular y se lleva a cabo en la Audiencia Provincial de Asturias, la ex mujer del procesado habló sobre la transformación que observó en él, así como su creciente obsesión por lo que él percibía como una grave injusticia a manos de la víctima.

La testigo, que admitió haber solicitado un préstamo al gerente de la inmobiliaria, relató que lo hizo bajo presión económica y sin informar a su entonces pareja. En una sorprendente narración, explicó que se puso en contacto con la víctima a través de un anuncio en el periódico, lo que llevó a una reunión en la notaría, donde, según ella, firmó documentos en blanco debido a la situación apresurada que le presentaron.

La ex esposa afirmó que, aunque recibió 3.500 euros en ese momento, posteriormente se enteró de que el monto del préstamo era, de hecho, mucho mayor, ascendiendo a 12.900 euros. Este descubrimiento provocó que, tras recibir información de otro prestamista sobre posibles engaños, se interpusiera una demanda por estafa, aunque no prosperó en los tribunales.

En un giro emocional, la testigo relató cómo su marido, tras descubrir la verdad, intentó confrontar a la víctima, pero fue recibido con una actitud despectiva que lo frustró aún más. Refiriéndose a la relación del procesado con la víctima, la ex pareja del acusado afirmó que él nunca mantuvo relaciones con ella pese a las insinuaciones contrarias.

La narración sobre la situación financiera de la pareja continuó, revelando que el gestionador del crédito a la inmobiliaria fue el propio acusado, quien intentó cargar la responsabilidad de la caída económica en otros.

Años después de perder la vivienda, la ex mujer recordó un encuentro tenso entre el procesado y la víctima, donde este último despectivamente rechazó reconocer al acusado, lo que agravó la animosidad que ya existía entre ellos.

La angustia por la pérdida de su hogar pesó enormemente en su ex marido, según su testimonio, quien dejó de pagar las deudas argumentando que no se podía continuar pagando algo que ya se había pagado. Visiblemente afectada, la ex pareja indicó que se enteró por la prensa de las circunstancias trágicas que vivió su ex marido tras ser desalojado, revelando que vivió en un trastero durante un tiempo.

La relación entre ellos se deterioró significativamente, y ella recordó que comenzó a beber y a expresar la idea de que su vida había sido arruinada por la víctima. La testigo relató la frustración de su ex marido, quien se sumió en una depresión, insistiendo en que necesitaba ayuda profesional pero se negaba a buscarla.

El día del crimen, la hija de la testigo fue quien les avisó y, al acudir a la comisaría, recibió un escalofriante comentario de un oficial que presagiaba el desenlace trágico. Su hija también testificó sobre el comportamiento de su padre, describiendo discusiones familiares previas al divorcio y la aparente falta de comunicación sobre la situación económica complicada.

A pesar de las tensiones, la familia trató de mantener la normalidad para proteger a las hijas. Sin embargo, la hija del procesado, al encontrar documentos relacionados con la víctima, comprendió la obsesión de su padre por este asunto. Describió a su padre como alguien que dedicaba su vida a cuidar de ellas, pero que eventualmente se sintió atrapado y confesó estar mal.

Respecto a la indemnización de 250 euros que se ofreció a la familia de la víctima, la hija destacó que, aunque parece ridícula, fue todo lo que su padre pudo reunir en un momento de crisis financiera extrema.

La compañera de la víctima también fue convocada a declarar, afirmando que dependía económicamente de él y negando tener conocimiento de situaciones de estafa o amenazas contra él. Asimismo, la hija del gerente testificó acerca de los sucesos que siguieron a la muerte de su padre y cómo la familia tuvo que enfrentar la tragedia repercutiendo incluso en la estabilidad de la agencia inmobiliaria.

Finalmente, diversos testigos, incluidos amigos del acusado y personas que conocían el entorno del crimen, corroboraron la drástica transformación del procesado y la percepción del público sobre él, señalando que, a pesar de los hechos, muchos recuerdan a un hombre con un buen corazón que se perdió en sus circunstancias y decisiones. Las audiencias siguen mientras se busca esclarecer todos los aspectos de este trágico caso que ha sacudido a la comunidad.