La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas ha sido honrada con el Premio Princesa de Cooperación Internacional 2023. El fallo fue anunciado por el jurado este jueves a las 12.00 horas en el Hotel Eurostars de la Recoquista de Oviedo.
Más de 30 candidaturas de 16 nacionalidades optaron por este premio, que es el sexto de los ocho galardones internacionales que emite la Fundación Princesa de Asturias en su XLIII edición.
Eduardo Díaz-Rubio García, presidente de la Real Academia de Medicina de España, propuso esta candidatura. Entre otros, recibió el respaldo de Françoise Barré-Sinoussi, premio Nobel de Fisiología 2008, y Christos Christou, presidente internacional de Médicos Sin Fronteras, organismo que obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1991.
La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi, por sus siglas en inglés) es una organización sin fines de lucro cuyo objetivo principal es descubrir y desarrollar tratamientos para enfermedades consideradas "olvidadas" o desatendidas, y para otras relacionadas con la pobreza y el subdesarrollo. Fue creada en 2003 por siete instituciones públicas y privadas: Médicos Sin Fronteras, el Consejo Indio de Investigación Médica, el Instituto de Investigación Médica de Kenia, la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, el Ministerio de Salud de Malasia, el Instituto Pasteur (Francia) y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud. Además de su sede central, mantiene otras ocho en todo el mundo.
Marie-Paule Kieny es su presidenta y, desde 2022, Luis Pizarro es su director ejecutivo. La iniciativa recibe financiación de entidades públicas y privadas. Desde su creación, ha recibido fondos de la Unión Europea (Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2017), la Organización Mundial de la Salud (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2009), la Fundación Bill y Melinda Gates (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2006), la Fundación Carlos Slim y la Fundación La Caixa, entre muchos otros.
Una de cada cinco personas en todo el mundo (quinientos millones de ellas niños) sufre al menos una enfermedad desatendida, según datos de la organización. La poca incidencia de estas enfermedades en comparación con otro tipo de dolencias implica que el desarrollo de medicamentos o tratamientos para ellas no resulte rentable económicamente. La estrategia de la DNDi se basa en abordar el problema a través de colaboraciones con actores implicados en el sector sanitario que permitan la creación de tratamientos para esas enfermedades y el acceso a ellos de forma asequible.
Más de doscientos socios en más de cuarenta países integran esta red que ha logrado desarrollar hasta el momento doce tratamientos para seis enfermedades. Las patologías en las que centra su trabajo la DNDi actualmente son la ceguera de los ríos o filariasis, la enfermedad del sueño, la enfermedad de Chagas, la leishmaniasis cutánea y visceral, la hepatitis C, la malaria, la meningitis criptocócica, el dengue, el VIH, el micetoma y, en los últimos años, la COVID-19.
Acomete un promedio de veinte estudios clínicos cada año y mantiene nueve proyectos de I+D en fase III y en proceso de registro. Su Plan Estratégico para el periodo 2021-2028 tiene como objetivo la obtención de entre quince y dieciocho tratamientos y entre ocho y diez medicamentos nuevos, fomentar soluciones inclusivas y sostenibles (implementando, por ejemplo, la mitad de ensayos clínicos de fase I en países endémicos), colaborar con más de cincuenta socios estratégicos para construir coaliciones con impacto político eficaz y evaluar la viabilidad y definir prioridades para el desarrollo de tratamientos entre enfermedades candidatas a la inclusión en el portafolio de la DNDi, incluyendo dengue, mordedura de serpientes y esquistosomiasis.
La DNDi ha recibido el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA (España, 2013). Bernard Pécoul, fundador y exdirector de la DNDi, recibió en 2022 el Prince Mahidol Award (Tailandia) que se le concedió en 2020.
Los Premios Princesa de Asturias distinguen la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional. Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional se otorga a la labor, individual o colectiva, con otros en el desarrollo y fomento de la salud pública, la universalidad de la educación, la protección y defensa del medio ambiente y el avance económico, cultural y social de los pueblos.