Mario Draghi, quien se desempeñó como presidente del Banco Central Europeo entre 2011 y 2019, y ocupó el cargo de presidente del Consejo de Ministros de Italia de 2021 a 2022, ha sido reconocido con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2025. Este importante fallo fue dado a conocer el miércoles a las 12:00 horas en el Hotel Barceló Cervantes de Oviedo, en una ceremonia que destacó la relevancia del galardón.

La candidatura de Draghi fue presentada por Ricardo Martí Fluxá, quien forma parte del jurado del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2025. Este galardón es uno de los ocho premios internacionales que se otorgan este año por la Fundación Princesa de Asturias, celebrando su edición número XLV. Un total de 31 propuestas de 13 países compitieron por este honor.

Originario de Roma, Draghi nació el 3 de septiembre de 1947. Se graduó en Economía en la Universidad de La Sapienza de su ciudad y posteriormente obtuvo su doctorado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 1976. Su carrera académica abarcó varias universidades italianas, y en 1985 fue nombrado director ejecutivo en el Banco Mundial, cargo que ocupó hasta 1990. Además, de 1991 a 2001, dirigió el Tesoro italiano bajo diez gobiernos con diferentes orientaciones políticas.

Draghi continuó su trayectoria en el mundo financiero al convertirse en vicepresidente para Europa de Goldman Sachs. En 2005 asumió la gobernación del Banco de Italia y, en 2011, fue designado presidente del Banco Central Europeo, posición que mantuvo hasta 2019. A comienzos de 2021, tras un período de inestabilidad en Italia, el presidente Sergio Mattarella le confió la misión de formar un nuevo gobierno, asumiendo como primer ministro hasta su dimisión en octubre de 2022.

A lo largo de su vida profesional, Draghi ha sido una figura clave en la promoción de la integración europea y la cooperación internacional. Considerado por muchos como el "salvador del euro", su liderazgo en el BCE fue crucial para mantener la estabilidad de la moneda única, lo que le valió el Premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2017.

Su contundente declaración durante la crisis de deuda soberana de 2008, en la que aseguró que el BCE haría "lo que fuera necesario" para proteger el euro, marcó un antes y un después, devolviendo la confianza a los mercados y fortaleciendo el proyecto europeo. El impacto de su conocido "Plan Draghi" desde 2015 hasta 2018, destinado a regular la inflación y fomentar el crecimiento mediante la compra de activos, fue decisivo, aunque no exento de críticas.

Como primer ministro, Draghi lideró un gobierno de unidad nacional enfocado en implementar reformas estructurales y gestionar de manera efectiva los recursos del programa de recuperación Next Generation EU. En este papel, promovió el multilateralismo y la colaboración entre naciones, defendiendo políticas dirigidas a abordar cuestiones críticas de salud, transición energética y digitalización.

Draghi ha mantenido conexiones estrechas con las democracias más influyentes del mundo, jugando un papel importante en la respuesta europea a desafíos como la pandemia y el cambio climático. En 2023, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, le confió la creación de un informe sobre la competitividad europea, lo que reafirma su compromiso con el fortalecimiento del continente.

El informe, presentado en 2024, subraya la necesidad de reforzar la cohesión en la Unión y desarrollar una estrategia conjunta centrada en tres ejes: innovación, descarbonización y seguridad económica. A lo largo de su carrera, Draghi ha sido condecorado con múltiples distinciones, incluyendo el Gran Collar de la Orden del Mérito de Italia y el Premio Europeo Carlos V, entre otros.

En 2012, el Financial Times lo reconoció como "Person of the Year". Asimismo, Draghi es miembro del consejo directivo del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton y cuenta con distinciones honorarias en prestigiosas instituciones académicas como la Brookings Institution y la Universidad de Harvard.