Crónica Asturias.

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ArcelorMittal recurre a otros proveedores ante demoras en su horno alto de Gijón.

ArcelorMittal recurre a otros proveedores ante demoras en su horno alto de Gijón.

GIJÓN, 27 de octubre. La multinacional siderúrgica ArcelorMittal ha anunciado oficialmente que el próximo 7 de noviembre se llevará a cabo la inserción de oxilanza para calentar el horno alto B en su planta de Veriña, Gijón, en un nuevo intento por reactivarlo tras su parada programada para el día siguiente.

A pesar de la falta de declaraciones públicas por parte de la empresa, los sindicatos han sido informados sobre la grave situación que enfrenta la planta. Esta complejidad ha llevado a ArcelorMittal a buscar material de otros productores en Europa para compensar la escasez de bobina caliente.

No obstante, se espera que estos suministros de material no comiencen a llegar hasta la segunda quincena de noviembre. La empresa también ha señalado que su planta en Asturias está sufriendo las repercusiones del incendio en la acería de Fos-sur-Mer, en Francia, además de los problemas existentes con el horno alto B.

La dirección de ArcelorMittal ha admitido que las repercusiones de estos eventos han sido "peores" de lo que inicialmente preveían, lo que obligará a mantener la planta de Sagunto en inactividad por un tiempo más prolongado. Esta última se abastece en un 60 por ciento de la factoría gijonesa y un 40 por ciento de la de Fos-sur-Mer, y no se descarta que la situación se extienda hasta diciembre.

José Manuel Castro, el secretario general de CCOO en ArcelorMittal Asturias, ha calificado de "crítica" la situación actual, afirmando que "no hay plan B". Además, ha advertido sobre el estado de desgaste del horno alto A y ha dejado claro que, sin el horno alto B en operación, la capacidad de producción no es suficiente para abastecer la demanda de planos.

Este escenario ha llevado a una disminución de la producción y al aumento de los costes. Castro ha subrayado que, incluso si todo se lleva a cabo correctamente el próximo 7 de noviembre, se necesitarán varias semanas para que el horno alto B vuelva a operar con normalidad.

Mientras tanto, advirtió sobre el acumulamiento de "incumplimientos" en las entregas. Aunque hay suficiente cartera de pedidos, esto no se traduce en capacidad de producción adecuada. Particularmente, ha hecho hincapié en que podrían generarse retrasos en los pedidos del sector automotriz, que es de alta exigencia. Además, la empresa ha recurrido a adquirir materiales de otros distribuidores fuera del grupo ArcelorMittal.

La prolongación del paro del horno alto B también tiene implicaciones laborales. Se esperaba la incorporación de un gran número de trabajadores, incluidos unos 200 temporales, para diciembre, coincidiendo con las vacaciones navideñas. Sin embargo, si el horno no vuelve a estar operativo, es probable que se reduzca significativamente la plantilla.

Castro enfatizó que este horno debería poder funcionar hasta 2030 o 2032. A su vez, la planta eléctrica no verá actividad hasta marzo o abril de 2026, y aunque se espera que sea operativa para finales del año, su producción se limitará a productos largos como carriles y alambrón, sin poder abastecer el sector de planos.

Por último, no existe confirmación sobre la inversión por parte de ArcelorMittal en la planta DRI en Gijón, a pesar de que la Unión Europea ha implementado diversas medidas de protección para el acero europeo. Castro ha criticado la postura de la empresa al justificar la ausencia de inversión con argumentos sobre costos energéticos y salarios elevados, instando a la UE y a las autoridades competentes a exigir el cumplimiento de los compromisos de inversión previos.