Crónica Asturias.

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"Asaja alerta sobre los efectos negativos del descenso constante del precio de la leche en el sector"

El sindicato agrario Asaja Asturias ha expresado su preocupación por las bajadas de precio de la leche impuestas unilateralmente por la industria láctea a los ganaderos. Según el sindicato, estas reducciones son inaceptables teniendo en cuenta el importante descenso de producción y de ganaderos que se ha observado en los últimos meses, tal como reflejan los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Asimismo, Asaja advierte que estas medidas ponen en peligro a innumerables ganaderías.

Asaja sostiene que estas acciones demuestran que la industria láctea española solo se preocupa por obtener beneficios económicos, sin considerar la escasez de producto en el país. "En un país deficitario como España, es incomprensible que se reduzca el precio de la leche en medio de una situación de escasez. Esto demuestra que el único interés de la industria láctea española es obtener una buena cuenta de resultados", declara el sindicato.

El sindicato ha manifestado tener conocimiento de las importaciones de leche y productos lácteos de otros países por parte de las industrias lácteas españolas. Esto les permite obtener ganancias importantes a expensas de abandonar al sector productor nacional. Por tanto, Asaja exige al Ministerio de Agricultura que realice un seguimiento y control estricto para evitar que se etiqueten como productos españoles la leche y los productos lácteos procedentes del extranjero.

Asaja también ha alertado sobre el impacto negativo de las constantes reducciones de precio de la leche en un contexto de costos de producción elevados y sequía. Estas medidas significan una pérdida significativa de rentabilidad para los ganaderos y conducirán a más cierres de explotaciones. Según el sindicato, la industria láctea está comprometiendo el futuro de la ganadería de leche en España debido a su enfoque de corto plazo y su falta de consideración por el sector productor. Asaja concluye diciendo que sin ganaderos, la industria láctea española no tiene futuro.