Un hombre de 52 años, vecino de Gijón, ha sido detenido por la Guardia Civil tras supuestamente intentar simular su suicidio como estrategia para evadir un arresto relacionado con un delito de agresión sexual contra una de sus hijas. La decisión del Juzgado que ordenó su ingreso en prisión se hizo pública a través del Tribunal Superior de Justicia, confirmando que esta acción se llevó a cabo el pasado martes.

Este individuo, que se encontraba acusado de un delito grave con una pena de hasta 25 años de cárcel, había sido declarado desaparecido desde el 12 de mayo, fecha en la que no se presentó a un juicio en Gijón por un caso similar. Días más tarde, efectivos de la Guardia Civil encontraron su vehículo aparcado y cerrado en la N-634, en una zona cercana conocida como 'Los Bufones de Santiluste'.

Las primeras investigaciones revelaron que el coche pertenece a un vecino de Gijón que había abandonado la ciudad el mismo día en que debería haber comparecido ante el tribunal. Su ausencia generó preocupación, y un familiar hizo la denuncia correspondiente en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón, lo cual llevó a la intervención de la Guardia Civil de Llanes al localizarse el vehículo.

Tras la denuncia, se barajó la posibilidad de que el hombre se hubiera lanzado al mar en un intento de acabar con su vida. Como respuesta, se organizó un dispositivo de búsqueda que incluyó a varias unidades de la Guardia Civil, con el objetivo de garantizar la seguridad del individuo y atender la petición urgente de sus familiares, además de la creciente inquietud social.

Las búsquedas, que se extendieron durante seis días, no lograron ningún resultado positivo, por lo que las autoridades decidieron implementar vigilancias diarias. No obstante, los antecedentes del arrestado, que incluían una condena en apelación por agresión sexual a una menor, llevaron a la policía a considerar que podría haber orquestado su propia desaparición para evitar ser capturado por la justicia.

Ante esta situación, los agentes del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil comenzaron una investigación exhaustiva. Analizaron los movimientos del detenido en las horas previas, revisando su hogar, cuentas bancarias, círculo familiar, amistades y su actividad en redes sociales. Las declaraciones de personas cercanas le ayudaron a seguir el rastro del sujeto hasta su arresto en Gijón.

Según los informes de la Guardia Civil, el hombre sospechado había tramado un plan para simular su muerte con el fin de eludir la condena que se le impondría por su agresión sexual a una menor. Este caso resalta la complejidad de los delitos sexuales y el desafío constante que enfrentan las autoridades para hacer cumplir la ley ante individuos que buscan esquivar su responsabilidad.