El arzobispado de Oviedo ha realizado una importante renovación en su estructura diocesana, ya que este lunes el monseñor Jesús Sanz Montes dio a conocer los nuevos nombramientos tras la implementación del Decreto que establece las Unidades Pastorales en la diócesis, el cual se firmó el pasado 10 de diciembre. Estas designaciones abarcan diversas instancias, que van desde el Cabildo de Covadonga hasta la Curia y las parroquias de Oviedo y Siero.

En el Cabildo de la Real Colegiata de Covadonga, se han nombrado como canónigos a tres destacados eclesiásticos: José Luis Fernández Polvorosa, Gonzalo José Suárez Menéndez y Luis Alberto Pérez López, quienes aportarán su experiencia y liderazgo a esta histórica institución religiosa.

En lo que respecta a la Curia y sus consiliarías, las novedades incluyen la designación de David Cueto Rodríguez como delegado episcopal para los Santuarios diocesanos. Asimismo, Diego Macías Alonso asume el rol de adjunto a la Vicaría de Pastoral y César Gustavo Acuña Dos Santos será el nuevo adjunto a la delegación episcopal de Medios de Comunicación Social, desempeñando un papel esencial en la difusión del mensaje evangelizador.

Además, Marta Fano Montaño ha sido elegida como delegada diocesana de Manos Unidas en Oviedo, y José Antonio González Montoto ocupará el cargo de consiliario del Ordo Virginum. En otros nombramientos, Jaime Díaz Pieiga se convierte en viceconsiliario de Cursillos de Cristiandad en Asturias y José Julio Velasco Bolaño es designado moderador del Diaconado Permanente, fortaleciendo así la labor pastoral en la diócesis.

En el arciprestazgo de Oviedo-Centro, Abelardo Bazó Canelón se convierte en el nuevo párroco de las comunidades de la Unidad Pastoral de Olloniego y capellán del Centro Médico de Asturias. Otros cambios incluyen a Sergio Martínez Mendaro como vicario parroquial de San Juan el Real y Dimas Fernández Fernández en la parroquia de San Pablo de la Argañosa, donde también estará vinculado a los Tanatorios de Los Arenales y El Salvador, mientras que Juan Ignacio García Iglesias y Edgar Michel Perales Barboza se integran a la Unidad Pastoral de San Melchor-San Antonio de Padua, siendo este último también parte de los servicios funerarios mencionados.

En el arciprestazgo de Siero, José Julio Velasco Bolaño se alza como párroco in solidum moderador de las parroquias de la Unidad Pastoral de Posada de Llanera-Las Regueras, junto a Santiago Heras Cendón. Por su parte, Sotero Alperi Colunga y Alfredo de Diego Braga asumen, respectivamente, los roles de párroco in solidum moderador y párroco in solidum de la Unidad Pastoral de Lugo de Llanera-Pruvia-La Fresneda. Finalmente, Juan José Llamedo González será el nuevo párroco de la Unidad Pastoral de Valdesoto y también ejercerá como vicario parroquial en la Unidad Pastoral de Pola de Siero.

Estas reorganizaciones forman parte de la estrategia pastoral de la diócesis, con el objetivo de adaptarse a las nuevas realidades y necesidades de atención y servicio en las parroquias, luego de la creación de las Unidades Pastorales, reafirmando así su compromiso con la comunidad.