
OVIEDO, 11 de octubre. En un avance significativo para la medicina cardiovascular, el Servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha incluido en su catálogo de tratamientos una novedosa técnica para la sustitución de la válvula tricúspide. Este procedimiento, que se realiza a través de una incisión en la vena femoral y sin necesidad de cirugía invasiva, está diseñado para atender a pacientes que presentan un alto riesgo quirúrgico. Cabe destacar que esta práctica se lleva a cabo en solo unos pocos hospitales en España y en alrededor de un centenar en toda Europa.
La función de la válvula tricúspide es vital, ya que conecta la aurícula y el ventrículo derecho del corazón, permitiendo el paso adecuado de la sangre. Cuando esta válvula se deteriora, se puede producir un fenómeno conocido como regurgitación, que altera la correcta dirección del flujo sanguíneo. Esta situación genera un esfuerzo adicional en el corazón para bombear la sangre hacia los pulmones, lo que puede resultar en insuficiencia cardíaca. Esta condición es especialmente incapacitante y puede mermar drásticamente la calidad de vida de quienes la padecen, además de resultar en frecuentes hospitalizaciones.
La insuficiencia tricuspídea en grados avanzados suele ser diagnosticada en etapas críticas de la enfermedad, ya que la cirugía convencional plantea un alto riesgo de mortalidad y de complicaciones asociadas, lo que limita su aplicación. En este contexto, la reparación transcatéter de la válvula, que se realiza utilizando grapas, representa una opción. Sin embargo, hay casos en los que esta técnica no es aplicable, lo que convierte la sustitución valvular por catéter en una alternativa crucial para ciertos pacientes que no son candidatos a intervenciones más invasivas.
Recientemente, el Principado de Asturias ha informado que la primera válvula fue colocada en la región el 24 de septiembre, beneficiando a un hombre de 80 años con graves problemas de insuficiencia tricuspídea, quien ha mostrado una notable mejoría y evolución positiva tras el procedimiento.
La técnica de colocación del dispositivo implica introducirlo en una vaina que se libera en el lugar exacto mediante acceso a la vena femoral. El procedimiento se realiza con la asistencia de ecocardiografía transesofágica intraoperatoria, que proporciona imágenes tridimensionales en tiempo real, asegurando la correcta colocación y fijación de la válvula. Una vez instalada, se verifica su posición y funcionalidad, garantizando el restablecimiento del flujo adecuado entre las cavidades del corazón.
El equipo médico encargado de esta intervención estuvo encabezado por los doctores Pablo Avanzas, responsable del Área del Corazón del HUCA, e Isaac Pascual, coordinador del programa de intervencionismo transcatéter mitral y tricúspide. Ellos contaron con el respaldo de un grupo altamente especializado, que incluyó al cardiólogo experto en imágenes cardíacas Víctor León, el anestesista David Fernández y un equipo de enfermería dirigido por las supervisoras Cristina Fernández y Ángela Herrero, junto a los enfermeros Pablo Álvarez, Francisco García y Arancha Rodríguez.
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