
OVIEDO, 16 de octubre. En un conmovedor testimonio, una joven que vivió experiencias difíciles en un hospital psiquiátrico se dirigió hoy a la Junta General del Principado de Asturias. A sus 20 años, relató los momentos angustiosos que padeció a los 16 años en el Hospital Universitario de Avilés, donde fue sometida a un tratamiento que incluyó inmovilizaciones, con el firme propósito de que su historia no se repita.
La joven denunció que si un hospital público llega a atar a una menor durante largos periodos es una clara señal de que el sistema falla. Su deseo es que los parlamentarios presten atención a su testimonio para evitar que otros menores sufran situaciones similares.
“Confío en que mi relato no caiga en el olvido ni se quede guardado en un documento sin relevancia. Lo que necesitamos son acciones concretas y urgentes”, expresó con firmeza, instando a las autoridades a asumir su responsabilidad y a investigar a fondo lo ocurrido.
Durante su intervención, la expaciente relató los eventos trágicos de sus estancias en el Hospital Universitario San Agustín entre 2021 y 2022, donde sufrió contenciones mecánicas casi a diario, algunas de las cuales duraban más de diez horas. “Cada vez que mis padres se marchaban, era inmovilizada en la cama”, recalcó, plasmando la angustia vivida.
El relato continuó con la descripción de su entorno: no se le permitía salir al pasillo y las condiciones de su habitación eran insalubres, ya que las ventanas estaban bloqueadas. La joven comentó que era sometida a contenciones desde la cena hasta el día siguiente, afectando su salud mental y provocando un constante sentimiento de ansiedad.
“No comprenden lo que significa no poder moverse, tener esa angustia permanente que ni siquiera te permite ir al baño cuando lo necesitas”, expresó pesarosa. Además, criticó el aumento de su medicación nocturna debido a estas contenciones que le impedían descansar correctamente, señalando que no contaba con la atención de un profesional psicológico para abordar su situación.
La joven recordó un episodio específico del 29 de mayo de 2022, cuando la llegada de su madre a visitarla desencadenó una crisis de ansiedad, y fue entonces cuando cuestionó la práctica de las contenciones. "¿Por qué no se hizo esto antes?", inquirió, mostrando su frustración por la falta de consideración hacia su bienestar.
“Me pregunto cómo pudieron atropellar mis derechos de esta manera”, añadió, desafiando la idea de que los procedimientos estaban justificados por ser indicaciones médicas para prevenir autolesiones.
Al concluir su discurso, la joven agradeció la oportunidad de compartir su historia y pidió que se investigara por qué no se cumplió el plan de contingencia en su tratamiento, subrayando la necesidad de adoptar medidas efectivas y urgentes para que otros menores no enfrenten situaciones similares en el futuro.
Antes de su intervención, la consejera de Salud del Gobierno de Asturias, Concepción Saavedra, había comparecido ante la misma comisión. En respuesta a una pregunta de la diputada del PP, Pilar Fernández Pardo, sobre si se habían llevado a cabo contenciones en menores con problemas de salud mental durante 2021 y 2022 en ese hospital, Saavedra explicó que, en circunstancias de ingresos hospitalarios inmediatos y ante la falta de camas disponibles, se utilizaba un ingreso temporal en pediatría. Esta decisión, según ella, se basó en criterios clínicos destinados a garantizar la seguridad del paciente.
Además, Saavedra aseguró que todas las contenciones mecánicas eran autorizadas por psiquiatras conforme a los protocolos establecidos por el Servicio de Salud del Principado de Asturias, y con la debida autorización judicial, buscando siempre el bienestar de los pacientes en circunstancias difíciles.
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